agosto 22, 2007

El fin de una raza maldita

Oradores mercenarios, retóricos, escritores profesionales del engaño, en fin, toda una raza de víboras que desde muy antiguo a través de “operaciones de prensa”, que antes divulgaban teatros, juglares. ágoras y senados a llegado a su fin, después de causar infinidades de guerras, enfrentamientos y odios por milenios. No se agotó, la mató un inocente y pequeño ingenio del que hoy disponen hasta los niños.
Cámaras digitales y grabadoras han terminado con la mentira encubierta y las interpretaciones de sofistas.
Sorprende la rapidez que sesudos informadores y analistas han subordinado su especulación intelectual a la foto o al video. Cuando se escribe agresión hay que verla, ya nadie cree en certificados de forenses ni en constataciones de la policía, de los testigos ni hablar.
Sorprendería como se hubiese alterado el curso de la historia, si en Atenas se hubiese visto a Demóstenes embolsando oro persa, después de despotricar en el ágora contra Macedonios, Tebanos o Espartanos, llamando a la guerra en defensa de su democracia; o si se hubiese visto a Cayo Julio César, Tiberio o el Augusto Octavio pergeñando maldades o disfrutando “a lo grande” de los placeres mundanos. No hubiesen resistido una cámara digital o un video las fabulosas interpretaciones históricas del teatro griego, construidas para denostar a unos y ensalzar a otros. Arte, Literatura ¡Bah! Hoy no pasarían de panfleto amarillo. Curioso sino histórico el de Grecia, recordada por lo peor, mientras sus grandes hombres yacen sepultados bajo la pseudociencia y los bastardos filósofos modernos.
Las construcciones humanas son temporales, jamás podrán romper “la barrera del tiempo”.
¡Cuántos necios se empeñan en negarlo!, Y siguen adorando a ídolos vacíos.

Hasta acá sería para organizar un festín, lamentablemente siempre hay “una de cal y otra de arena”. Ya que estamos en la antigüedad, esta raza maldita es como la hidra que le brotan cabezas o el Ave Fénix que después de ser consumido por el fuego cada 500 años renace de sus propias cenizas. Volverá; las herramientas del engaño han probado ser excelentes por milenios.
Cuando la imagen se imponga como “certificado de legitimidad” a la crónica honesta, a la idea y la sana lógica, aparecerán montajes e insospechados recursos de la técnica para mostrar “la evidencia irrefutable” que de por cierto lo que es vulgar mentira.
No hay nada nuevo bajo el sol, se decía, solo cambian ropajes y apariencias, una simple cuestión de modas.
Estamos llegando al punto que sin foto ni video nada es cierto.¿Será “materialismo virtual” en estado puro? Con toda su riqueza hasta el castellano se nos está quedando corto.

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