septiembre 26, 2006

Hacia el nuevo orden

En los últimos meses se verifica la coincidente aparición de un nuevo pensamiento que se extiende tanto en Europa como América, horizontalmente, de un extremo al otro del arco ideológico o político.
Nuevos conceptos jurídicos que hacen tabla rasa con todos los principios, derechos y garantías conocidos.
Puntualmente me refiero al más evidente, el delito de sospecha, que sostienen e implementan desde la llamada derecha con los EEUU a la cabeza, a la titulada izquierda progresista hispanoamericana.
Hasta no hace mucho era casi un principio jurídico el presumir la inocencia hasta que se demuestre lo contrario, hoy siempre se es culpable de sospecha, sea a criterio de un policía de Londres, Nueva York o de la tiranía Patagónica.
El delito tiene sus grados; de presunto sospechoso por la cara, vestimenta o actitud, a sospechoso culpable por haber integrado algún organismo oficial durante la “dictadura militar” ser o haber sido miembro de una Fuerza Armada, ex “marine” o agente de la CIA, independientemente de que hacía. El delito se tipifica por haber estado, lo que hizo, dijo o pensó son circunstancias agravantes.
Se aplica tanto al empleado de la Casa de Gobierno que le servía café al Presidente Videla, como al padre de la Princesa Máxima de Holanda que ocupaba la secretaría de Agricultura y Ganadería. A jueces fiscales, policías, oficiales o simples cadetes.
Hay también inimputables de este nuevo delito, por ser “militantes de los derechos humanos” como el caso de la falsa abuela Carlotto o la hermana del mandamás y sus secuaces, los terroristas diputado Bonasso o el Canciller Taiana.
En Argentina el progresismo abolicionista lo está aplicando sin restricciones, a plena luz y bajo cuerda se introduce en todas partes, hasta en el proyecto de nueva ley de educación.
Ingresamos en el terreno de la discriminación desaforada y la violación de todos los derechos y garantías, curioso comportamiento de los progresistas.
Todas las voces que se alzan contra estos procedimientos, critican la operación para descalificar a opositores y omiten el gravísimo hecho de la sanción “de facto” del delito de sospecha.
Como en todo lo que se vacía de contenido para prostituirlo, requirió un concienzudo trabajo previo; teñir con sensaciones o sentimientos ciertos términos para que el atractivo colorido prevalezca sobre la forma y real significado: joven = bueno, antiguo = malo, ortodoxo o fundamentalista = pésimo o terrorista, la lista es infinita. Tan exitoso ha sido el trabajo, que cientos de personas se cuidan mucho de parecer y ser rotulados de derecha, conservador o antiguo, es imprescindible social y políticamente ser participativo, tolerante, buscar el consenso, ser pragmático, el ser democrático sintetiza todas estas modernas virtudes.
Queda claro que los sospechosos presuntos o culpables lo son únicamente por estar teñidos en algún color feo.
No está en ningún código, ni falta que hace, se simplificó el proceso, ni se precisan jueces y fiscales. Pareciera que toda la sociedad ha entrado en el corral de los justicieros sociales, basta una palabra, un gesto, para la condena automática, inapelable y vitalicia.
¿A quien le importa que sea obra de los buenos progresistas defensores de derechos humanos, la tolerancia y enemigos cervales de los “autoritarios y déspotas”, a quienes no les perdonan que les copien la ideología y los métodos? ¿acaso Nazis, Fascistas, Stalinistas y Maoístas no son todos brotes del tronco socialista?
¿El partido Comunista Ruso no nació del Partido Obrero Social Demócrata? No es por capricho que se a instalado como verdad que el comunismo desapareció con la caída del muro de Berlín o la “desintegración” de la URSS y el ingreso de China al mundo capitalista(¡!). Lo único que no tiene límite es la estupidez humana.
Hay quienes exclaman ¡comunismo o marxismo! ¿Qué es eso? ¡Que antigüedad!Un buen comienzo para entenderse es llamar a las cosas por su nombre y no hacer como los modernos que para no discriminar llaman a los negros “gente de color” cuando el negro es precisamente la ausencia del color.

1 comentario:

CHIC-HANDSOME dijo...

life just a good