Piquetero le llamábamos a los que cortan calles avenidas puentes y rutas en protesta por algo: un despido, un aumento, falta de luz, agua o patrulleros y policías que den seguridad.
Por el innecesario crimen de un vecino pacífico una violación o patoteros que golpean a cualquiera.
Molesta a todos pero sigue existiendo sin enfrentamientos salvo hechos puntuales, por solidaridad social de aquellos perjudicados que ven limitado su derecho a circular porque se solidarizan con los piqueteros, padecen las mismas injusticias y arbitrariedades que ellos y hasta con un poco de envidia, hay que decirlo, porque hacen lo que ellos no pueden.
Podría equipararse a una válvula de seguridad que libera la presión excesiva en cuotas.
No es bueno que exista y peor será anularlos después de años de justificarlos, promocionarlos por el colapso delos más elementales servicios públicos o utilizarlos para perseguir a sus enemigos de turno.
Cuando cualquier opción es mala es porque quienes gobiernan y quienes se oponen están armando una trampa para cachar giles.
Así era hasta ahora; lo que verdaderamente sorprende es que gobernantes con cualquier motivo presuntamente cultural impidan la libre circulación de vecinos para dar espectáculos gratuitos de cualquier mamarracho: sea Violeta, Misas Ricoteras, One Directions, Rokeros de geriatrico, recitales de música electrónica etc.
Se dijo y luego se silencio que eran necesarios para hacer circular la superproducción de drogas de diseño de miles de cocinas.
Se sospecha con certeza que hay sociedad o criminal asociación ilícita como guste llamarlo cuando unos producen y otros les garantizan un mercado consumidor cautivo
¿ Una oposición de narcogobernantes?
Espectáculos culturales les llaman y los que toman colegios porque no tienen calefacción duermen semanas al raso en precarias carpas para estar primeros.
No hay excepción: Buenos Aires, La Plata, Gualeguaychu, todos los gobernantes cortados por la misma demagógica tijera o un siniestro negocio.
Polémica por piquetes
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