mayo 15, 2014

EL CONTROL REMOTO

Un aparato muy útil, acá lo usamos para cambiar de canal cuando habla por cadena nacional o cuando aparecen Capitanich, Tinelli, el rusito imberbe o algunos serios analistas políticos.

 Ignoraba que en otras partes había una versión más evolucionada: el CONTROL REMOTO SOCIAL, que permite eludir incómodas situaciones.
 La imagen representa el uso de este sensacional ingenio de la técnica. Los comensales han cambiado el canal social de su entorno, nada los afecta ni les indigesta la comida; incluso están al margen de la tentación de soltar una carcajada quedando mal, una se lima las uñas, Roussef mira al más allá, la Clinton viaja por lejanas tierras, Evo en abstinencia de marihuana se duerme y solo Abal Medina se hace el interesado, sabiendo bien lo que duele que le claven un taco aguja en el pié, por más Louboutin que sean.

 Me cuenta gente del primer mundo que ya esta por salir una nueva generación de este ingenio, prácticamente agotada antes de su presentación por las órdenes de compra de todos los gobiernos, grandes empresas, parlamentos y organizaciones internacionales; que permitirá desconectar a otros, los pesados de siempre, mientras uno no se pierde la fiesta. Es pequeño no mayor de un botón o un anillo, apunta y apaga al plomo sabelotodo por 1 o 2 horas, después duerme con amnesia incluida, que se ocupen de el su ejército de secretarios, asistentes y asesores. Dicen que velozmente lo desarrollaron chinos y otros orientales obligados a salir a otras latitudes para hacer negocios y hartos de soportar a necios que pontifican.
 De haber tenido la nueva versión la veríamos a hablando entusiasmada sin emitir sonidos ni enterarse que pasa, su cerebro solo registraría alucinaciones, felicitaciones y aplausos; los comensales distendidos en lugar de esa imagen aburrida que dan la pasarían requetebién, hablando de lo que les interesa o contándose el último chimento.
 En tanto una disertante muy maleducada acapara la atención de una mesa importante perdida en las alucinaciones de la demencia frontotemporal; en su mundo interior, en el que no hace sombra la realidad; solo ve y escucha lo que quiere.

 Conociendo cuanta creatividad hay a la pesca de ideas no quiero imaginar que variedad de controles remotos pueden diseñarse, personalmente he protegido esta página contra toda onda electromagnética.

No hay comentarios: