marzo 14, 2007

Instruccción pública en crisis

Lo prometido es deuda, ver "Instrucción pública y "homeschooling"

El objetivo original declarado de la instrucción pública común y obligatoria, fue nivelar a toda la población en edad escolar, en un mínimo de conocimientos generales comunes que les permitan acceder a estudios medios y superiores y/o a las escuelas técnicas de artes y oficios que les posibiliten una actividad laboral. Partió de la base de una población relativamente homogénea en cuanto a educación en valores y convenciones sociales ( la educación que se mama en las casas) la cual es independiente de la posición económica.
Paradójicamente los liberales iluminados progresistas que la crearon, para remplazar el llamado oscurantismo medieval, son los que la han destruido y hoy pretenden reemplazarla por cotos cerrados accesibles solo a una oligarquía mercantil, adoradora del “becerro de oro” y sus dogmas (tanto tienes tanto vales).
La crisis y disolución de los lazos familiares a partir de necesidades económicas creadas por el consumismo, el trabajo fuera de casa de ambos padres, el desarraigo cultural y social, como subproducto de masivas migraciones internas, que reemplazó al vecino, conocido y pariente por un forastero desconocido, la reducción de espacios propios, el cuestionamiento de la autoridad de los padres progresivamente substituidos por maestros, compañeros o mensajes publicitarios y televisivos y de los conceptos de orden, método, disciplina, límites y responsabilidad por los propios actos, en nombre de una demagógica libertad de expresión; acabó rompiendo esa base homogénea que se podía nivelar en un mínimo de conocimientos, de allí hacia adelante son inalcanzables los objetivos de la instrucción pública y común. Los permanentes cambios de planes y contenidos fracasan porque apuntan concientemente a un blanco equivocado. No resuelven nada y agravan el problema acumulando generaciones de jóvenes que serán adultos, padres, docentes y profesionales fracasados.
Si bien se mira el camino recorrido, social y culturalmente nada es casual, cada paso forzosamente lleva al siguiente.
A partir de esta convicción y razonamiento es que reiteradamente he opinado acerca que la instrucción pública (educación le llaman) aquí; en Europa y América del norte entró en un proceso de disolución irreversible, que momentáneamente atemperan aquellos sectores que con horas de trabajo y un gran esfuerzo económico pueden pagar una instrucción moderadamente calificada.
Tres siglos de imperio de la “Razón”, la “Libertad, Igualdad y Fraternidad”, para reemplazar la aristocracia por la oligarquía. No es de extrañar cuando los mentores cambiaron reyes por emperadores y después de cinco repúblicas, no aciertan a encontrar la brújula.
Los cambios que se avecinan, no resuelve el problema, lo encierra en ghetos culturales, anticipo del colapso; no sirven cuerpos sin cabeza, ni excelentes intelectos sin cuerpo.
Hoy se dedican a la alquimia de producir nuevos planes, los fallidos productos del sistema; en este 2007 tienen 50 años los nacidos en 1957, escolares en promedio en la década del 60 la flor y nata de la crisis terminal de la cultura de occidente y el cuestionamiento de valores y tradiciones ancestrales. Los creadores del plan de hace cuatro años que fracaso, son los mismos autores del “nuevo proyecto.” ¡A que asombrarse!
Nada se resuelve ni atempera, todo se agrava, solo poses para los titulares, “gatopardismo puro” cada vez menos horas de clase y más vacías.
Cambios de nombre de ciclos, materias y contenidos todo más “Light” la consigna obligada (no hay más conceptos ni ideas, solo consignas que se repiten y no se piensan) parece ser no discriminar al mal alumno no distinguir la excelencia y el esfuerzo, no poner límites ni exigir responsabilidad y obligaciones. Calificar por mérito o señalar el desinterés o la inconducta, es discriminatorio. Resultado: la frustración de los mejores y la promoción de la ley del menor esfuerzo.
Transmitir conocimientos requiere tenerlos y tener autoridad propia para hacerlo. ¿Qué se pretende mejorar, cuando la autoridad esta prohibida y es mala palabra?
Un pueblo que no piensa es manada ¿es ese el objetivo de los culturosos?
Para terminar un recuerdo que despertará muy útiles reflexiones, más allá de posiciones ideológicas.
Cuando era estudiante, el secundario se dividía en Bachillerato y Normal, de este egresaban a los 17 años con el título de maestro/a jóvenes habilitados para estar al frente de un grado de la primaria. Hoy terminado el secundario deben efectuar un curso de magisterio y acumular puntaje realizando cursos de cualquier cosa, para optar a un cargo docente.
La naturaleza en menos de 17 años le da capacidad a un joven para ser padre o madre, que es ser docente, tener autoridad, responsabilidad y capacidad para ganarse la vida y mantener una familia. La sociedad moderna y progresista que pretende enmendarle la plana al orden natural, cada vez más protectora y garantista lo castra; es incapaz de formar en 14 años (preescolar, primaria y secundaria) con el auxilio de maestros, profesores, planes y toda la tecnología, un ciudadano útil para algo distinto que no sea un parásito consumista inimputable.
No le cargo la romana a los jóvenes que son las verdaderas víctimas de este sistema, viendo lo que hay a la vista, tendrán que resolver la cuestión como puedan, por una necesidad de supervivencia cuando tomen conciencia de la mentira que les venden, carente de esperanzas y futuro. Es triste tener en el horizonte un dorado título de “Master Esclavo”.

"ver: Educación asociación ilícita"

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si todos lo pensamos y lo sabemos porque tienen prensa solo los ignorantes? Mis sinceras felicitaciones

Anónimo dijo...

Exacto, la idea es "crear" ignorantes profundos que siempre son mucho más fáciles de manejar. No es un invento argentino sino americano. No hace falta más que ver algún programa de TV norteamericano para observar que se fabican oligofrénicos como churros.