marzo 30, 2007

El silencio es muerte

Faltando seis meses para las elecciones generales, con una sobreabundancia de candidatos autopostulados frente a un régimen que acumula errores, atropellos y las consecuencias de años de mentira y provocaciones; el silencio es la norma. Justicia, instituciones, seguridad, salud, educación, servicios básicos, transporte, economía; parecen no ser suficiente motivo de reclamo o intimidación, entre quienes se postulan para el recambio
El país real se disuelve como los cuerpos en la tierra.
¿Tienen argumentos los que pretenden ser alternativa o simplemente son cara y pose?
Reiteradamente en esta página, he expuesto dolorosamente mi personal opinión. Un régimen absolutista y autocrático como no hemos conocido, opera desde el poder y la pseudo oposición, gracias a la complicidad y la colaboración de una dirigencia política de fantasía, que está abroquelada en sus miserables huertos para salvar el perejil.
Poco a poco van tomando la posta, dirigentes de entidades intermedias y funcionarios sometidos al impío calvario de las presiones, aquellos que solo aspiran a seguir siendo lo que siempre han sido. Una Argentina real que rebrota de sus raíces. Sin duda no es el sistema político institucional que nos dimos, unos destruyen y otros permanecen ausentes, quizás sea el comienzo de otro.
Agitando fantasmas ajenos del pasado, adoptamos convenciones y dogmas cívicos tan efímeros como los hombres que los desarrollaron, como respuesta en otras tierras, culturas e idiosincrasias. No es una cuestión local ni regional, en nuestra Hispanoamérica hace ruido, porque estamos encorsetados en principios que no son ajenos. ¿El fin de un sistema político agotado? No obstante parece que las “verdades políticas absolutas” no se cuestionan. Representatividad mentirosa; dictadura del número; sacralización de instituciones; legalidad por sobre la legitimidad. El imperium de las formas.
Expresiones de la esterilidad intelectual que confirman aquellos que pretenden resucitar sistemas fracasados. Cada época y tiempo histórico plantea sus demandas y desafíos, el mejor es aquel que los resuelve con justicia y verdad, en cada tiempo y lugar, ¡OH maldita igualdad!
Leo diariamente sesudos artículos y editoriales que advierten la gravedad de la situación, a mi modo de ver “chatarra descriptiva” que solo pone el acento en el desmadre oficial (una elegante pose opositora) lo cual es cierto pero sólo una parte de la verdad.
Soy simplemente médico, formado en la observación y la deducción; me exceden las ciencias sociales, no obstante que siendo humanas no pueden apartarse de la biología. Cada día entreveo con mayor claridad en nuestra tierra, el fin de las utopías político-sociales que pretenden sociedades virtuales a contramano de la real, compuesta por humanos, con todos nuestras virtudes y defectos, que los hay, los hubo y habrá en todos los sistemas.
No tengo referencias de olmos que den peras, ni de margaritas que crezcan en los chiqueros.
Los reaccionarios de siempre pondrán vallas, muros y alambradas, hoy disfrazados de Republicanos y Demócratas, justificando el desmadre de los absolutista que odian la libertad y acallan sus conciencias sancionando el libertinaje y la demagogia. Se que viene y va a llegar. Desde siempre el viento de la historia se encargó de llevarse medulosas ideas escritas en la arena.
Los del consenso y la tolerancia advierten acerca de no romper puentes, ni interrumpir el diálogo. Los puentes los necesitan para no interrumpir el flujo de las 30 monedas de plata que reciben por haber vendido la nación.
César cruzó el Rubicón y Cortés quemó las naves; el mundo no se detuvo. Como dirían los abogados, hay jurisprudencia para todo.

Pasaron los siglos y hoy vale.
Quien será más de culpar
Aunque cualquier mal haga:
El que peca por la paga
O el que paga por pecar
Sor Juana Inés de la Cruz

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