Es sabido que la personalidades obsesivas no se curan espontáneamente. El ministro de Salud Pública de la Nación, conocido como “el Dr. La Muerte”, Gines González García, hace honor a su personalidad psicopática y a su mote, meritoriamente ganado, eliminando embriones humanos, fetos vivos y saludables, combatiendo la natalidad en un país despoblado, con grandes reservas monetarias, superávit fiscal, excedentes de alimentos, agua dulce, tierras despobladas, despreciables índices de pobreza y desocupación; en fin un floreciente paraíso en la tierra.
Tiene en su haber más muertes, que una flotilla de “coches bomba”, solo contabilizando personas nacidas y documentadas, ¡bah! ciudadanos. Víctimas del descontrol en la producción distribución y comercialización de medicamentos y la parálisis de la salud pública que está en edificios y papeles heredados pero no funciona.
Tanto sus exitosos “genéricos” como las falsificadas “marcas registradas” (Yectafer).
El colapso de la Salud Pública y el control de epidemias.
Acaba de implementar la distribución gratuita, sin indicación médica, ni limite de edad de la conocida “pastilla del día después”. Esa que premia la irresposabilidad y “protege” a los que no se hacen cargo de sus actos (educación progresista)
El sanitarista, (médico de números y estadísticas), avala su decisión en la opinión de instituciones científicas, que no menciona porque solo existen en su febril delirio, y en la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU, cuyo seriedad científica no existe y responde exclusivamente a motivaciones e intereses políticos y económicos. Organizadora y financista de los “saludables” planes de esterilización ( manu militari) en la India después del fracaso total en controlar la natalidad por todos los medios.
Después de otro fracaso, los “defensores de los derechos humanos” tuvieron otro reciente traspié, aparecieron fosas comunes con cadáveres de recién nacidos de sexo femenino, no en descampados, casas, o terrenos particulares en ¡Hospitales públicos! Una información y a otra cosa, los socialistas no son genocidas.
En algún perdido cajón de su ministerio deben existir copias de las leyes y resoluciones ministeriales vigentes, que regulan el expendio de drogas y medicamentos, los de venta libre, los de venta bajo receta, lo que requieren duplicado archivado de la prescripción médica o formularios especiales para las drogas aditivas de uso médico. En el país de la legalidad, aducirá que no vende, regala y la entrega la hacen gratuitamente los hospitales que carecen de vendas, insumos básicos y medicamentos para los enfermos pobres de solemnidad que los necesitan por una simple cuestión de supervivencia.
Lo que jamás podrá acreditar el Dr. La Muerte es que sociedad científica o médico, con un mínimo de esa ética profesional que a él le falta, aprueba la automedicación de un producto con altas dosis de hormonas femeninas, para mujeres adultas o jóvenes en período de desarrollo; para lo que poco importa si es o lo denomina anticonceptivo, abortivo o “pura joda” un simple recurso de mala fe para sacar la cuestión de su eje.
Como todas sus campañas será otro resonante fracaso del que solo podrá acreditar la generosa dilapidación de recursos del estado, y el tendal resultante de muertos y lesionados.
El ministro regala, ¿los laboratorios o la OMS le regalan al Ministro? En la Cueva de Ali Babá nadie da puntada sin hilo.Es un tema repetido en ésta página por lo que dejo a quienes tiene mayor autoridad, opinar sobre otros ángulos de la cuestión.
Tiene en su haber más muertes, que una flotilla de “coches bomba”, solo contabilizando personas nacidas y documentadas, ¡bah! ciudadanos. Víctimas del descontrol en la producción distribución y comercialización de medicamentos y la parálisis de la salud pública que está en edificios y papeles heredados pero no funciona.
Tanto sus exitosos “genéricos” como las falsificadas “marcas registradas” (Yectafer).
El colapso de la Salud Pública y el control de epidemias.
Acaba de implementar la distribución gratuita, sin indicación médica, ni limite de edad de la conocida “pastilla del día después”. Esa que premia la irresposabilidad y “protege” a los que no se hacen cargo de sus actos (educación progresista)
El sanitarista, (médico de números y estadísticas), avala su decisión en la opinión de instituciones científicas, que no menciona porque solo existen en su febril delirio, y en la recomendación de la Organización Mundial de la Salud, dependiente de la ONU, cuyo seriedad científica no existe y responde exclusivamente a motivaciones e intereses políticos y económicos. Organizadora y financista de los “saludables” planes de esterilización ( manu militari) en la India después del fracaso total en controlar la natalidad por todos los medios.
Después de otro fracaso, los “defensores de los derechos humanos” tuvieron otro reciente traspié, aparecieron fosas comunes con cadáveres de recién nacidos de sexo femenino, no en descampados, casas, o terrenos particulares en ¡Hospitales públicos! Una información y a otra cosa, los socialistas no son genocidas.
En algún perdido cajón de su ministerio deben existir copias de las leyes y resoluciones ministeriales vigentes, que regulan el expendio de drogas y medicamentos, los de venta libre, los de venta bajo receta, lo que requieren duplicado archivado de la prescripción médica o formularios especiales para las drogas aditivas de uso médico. En el país de la legalidad, aducirá que no vende, regala y la entrega la hacen gratuitamente los hospitales que carecen de vendas, insumos básicos y medicamentos para los enfermos pobres de solemnidad que los necesitan por una simple cuestión de supervivencia.
Lo que jamás podrá acreditar el Dr. La Muerte es que sociedad científica o médico, con un mínimo de esa ética profesional que a él le falta, aprueba la automedicación de un producto con altas dosis de hormonas femeninas, para mujeres adultas o jóvenes en período de desarrollo; para lo que poco importa si es o lo denomina anticonceptivo, abortivo o “pura joda” un simple recurso de mala fe para sacar la cuestión de su eje.
Como todas sus campañas será otro resonante fracaso del que solo podrá acreditar la generosa dilapidación de recursos del estado, y el tendal resultante de muertos y lesionados.
El ministro regala, ¿los laboratorios o la OMS le regalan al Ministro? En la Cueva de Ali Babá nadie da puntada sin hilo.Es un tema repetido en ésta página por lo que dejo a quienes tiene mayor autoridad, opinar sobre otros ángulos de la cuestión.
3 comentarios:
¡ Vale hombre! ¿vive en Argentina o en España?
Por fin el ángulo que faltaba, poner el debate en lo confesional es realmente mala fe, yo creo tu no, no podemos argumentar. El terreno ideal para los que carecen de razones. Muy bien, felicitaciones
Y la irresponsabilidad viene de las urnas
Publicar un comentario