febrero 27, 2006

Hijos muletos o bebé medicamento

Lo anticipamos no hace mucho hablando de eutanasia y donación de órganos, honestamente no pensé que se iban a jugar la carta tan rápido pero tiene su explicación en el absoluto silencio de los que por su posición y formación debieron hablar y los distraídos de siempre porque no es problema que los afecte.
Es una jugada pesada, y como viene la mano el Jaque Mate esta en la puerta. Ni en sus peores pesadillas habrá visto lo que viene “por motivos humanitarios”.
Obsérvese que bajo una supuesta ley de regulación de fertilización asistida, procedimiento terapéutico inobjetable dentro de ciertas condiciones, se abre la puerta a esta novedad de procrear “hijos de repuesto”, que como ya han sido producidos para el matadero, si no se usan habrá que venderlos.
El procedimiento legal (¿?) es copia del utilizado en Argentina para instaurar “el donante presunto”, una inocente modificación a la ley de donación y transplante de órganos que introduce una cuestión nueva.
Ni los procedimientos científicos o técnicos son gratuitos, ni los sistemas públicos o prepagos médicos están en condiciones de soportar mayores costos, todo está al límite del colapso.
Se esgrime con una impudicia alarmante, el “humanitario” propósito de “curar” a un hermanito. Es tan brutal la propuesta que hasta uno se pregunta si es obligatorio vivir y estar sano. Un ovulo fecundado debe ser implantado para que continúe su evolución y después que nazca ¿Qué hacemos?, si el “hermanito” precisa un corazón, primero hay que matar al repuesto y sacarle el órgano. Y si no lo precisa ¿una guardería de “zombie? Es tan inmoral la cuestión que la misma prensa al dar la información la confunde hablando de “células madres” o células del cordón de las que cada uno al nacer podría tener un stock por las dudas, ya hay cientos de bancos en que se pueden guardar, pero el procedimiento y la conservación cuestan y mucho. Pero esto es otra cosa, para decirlo de una vez, es legalización del asesinato con alevosía y premeditación agravado por el vínculo. Y su promoción se llama apología del delito.
Esto se hace por las dudas, no se sabe de que, imaginemos dónde se puede llegar si los acontecimientos aprietan.
Millones de seres humanos pueden morir por una anunciada pandemia de gripe aviar, miles mueren por día victimas de una enfermedad de la que no se habla porque se la dio por extinguida, la vieja tuberculosis, que está haciendo estragos ya no en los pobres o lánguidos artistas, sino en las clases de mayor nivel de los países más civilizados. En Somalia ante la falta de agua deben beberse la orina. Quizás haga falta que llueva sangre en el mundo.
Si se ha llegado al extremo de dar vida única y exclusivamente para sacrificarla, se han abierto de par en par las puertas para cualquier monstruosidad.Esta cuestión es suficientemente grave en si misma y en sus derivaciones como para ser tratada con profundidad e insistencia por lo que se volverá sobre ella.

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