enero 09, 2006

Denominaciones de origen

Es de suponer que los creadores de esta patente comercial, algo así como marca registrada, han tenido muy serias razones comerciales o económicas para complicarle la vida a todos. El mundo sabe cual es el origen de determinados productos, ¿A que mentir entonces?
Esta moda va terminar cuando les salga el tiro por la culata, en una generación los jóvenes se van a decir:
- ¿Roquefort que es?
A mi me gusta el queso azul, denominación danesa para vender el queso francés, aunque le llamen azul a un queso cuyos hongos son verdes, los franceses o suizos se quedarán con su denominación de origen y con sus quesos. Lo mismo hicieron con el champagne, en éste caso veremos que es peor porque hubo que comercializarlo como “cava”, “champaña” etc., o pagar el peaje mafioso de “origen”. Y la triste verdad es que los originales viñedos de champagne murieron apestados y con transplantes e injertos de viñedos de California los han estado reimplantando, merecerían sin lugar a dudas que los californianos les prohibieran comercializarlo porque ellos son el verdadero origen.
Al consumidor, lo de origen no le va, le interesa la calidad y el precio. Háganlo bueno, mejor que los otros y a un precio razonable, y sólo así venderán hasta cansarse, ¿o pretenden esconder tras el sello de origen una cada vez peor calidad?
Un queso de Brie elaborado en Lyon ¿Qué origen tiene? O ¿Por qué se puede en Lyon y no en la China o Santa Fe?
Hay algo muy claro; el Gruyere, Roquefort, Brie, Camembert, como otros tantos, se llaman así y punto, no hay otra forma de denominarlos, existen hace siglos, muchos más que los que las marcas registradas conceden a los inventores
Acabo de leer publicada una desconcertante noticia: “la Comunidad Europea ha dispuesto prohibir la exportación de caviar, en razón que el esturión es especie protegida por estar en riesgo de extinción” (sic).
Nos quedan múltiples dudas ¿No se puede exportar, pero si se lo pueden comer ellos?
¿Desde cuándo la C.E. es productora de caviar?
Por suerte no lo han incluido como “denominación de origen” por lo que ya estamos juntando huevas de sábalo, pacú y hasta merluza y corvina, con unas gotitas de colorante próximamente estará listo para todos los desabastecidos mercados el famosísimo caviar argentino, que como corresponde aclarará la denominación de origen de la especie a la que pertenecen la huevas. Cosa que no hacen los actualmente envasados en Alemania por ejemplo en los que venden huevas de Lumpo, a las que llaman “caviar”. En cuanto aparezca en las góndolas o en las “boutiques de delicatessen” vamos a ver cuantos paladares negros se privan de tirar el manotazo a la bandeja llena de tostaditas con caviar del Plata.
Con un poco de ingenio se puede dar vuelta una mala noticia y hasta encontrar un buen negocio.
Aún así con solo indicar “producido y envasado en origen” como se hizo mucho tiempo en argentina con los vinos, basta.
Habrá que acostumbrarse y vivir probando, es un hecho que el vino que tomo hoy no será el mismo el año que viene y esto nada tiene que ver con el cuento de tal o cual cosecha. El vino como tantas otras cosas ya no son el orgulloso resultado del esfuerzo de un productor, hoy es el resultado de un compuesto comercial cuyo color, sabor y aroma lo define una investigación de mercado y no lo que debe de ser. Ya no se hace más el paladar del consumidor, posible antiguo fundamento de la “denominación de origen”, ahora la carencia de paladar y sentidos de los consumidores hacen al producto. Pareciera en el fondo de la cuestión que esto de “denominación de origen” es solo un eufemismo de subsidios comerciales o patentes de corso, que no se mencionan en los “tratados de libre comercio”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

TIENE USTED TODA LA RAZON DEL MUNDO
PARECE MENTIRA Y ES UNA CAMPANA DE ALARMA QUE UNO SE ACOSTUMBRE A CIERTAS COSAS SÓLO POR EL HECHO DE NO PONERSE A ANALIZARLAS
LA PROPIEDAD INTELECTUAL NO DURA MÁS DE CIEN O CIENTO CINCUENTA AÑOS
FELICITACIONES

Anónimo dijo...

Muy bueno. Feliz 2006