No basta elegir una iglesia, clausurarla para que solo entren amigos y parientes, a lo Favaloro o Austral; hay que hacer la cola, esperar turno, decirlo y contestar todas las preguntas, arrepentirse, cumplir la penitencia devolviendo lo robado y encarcelar a los delincuentes que roban y destruyen por su cuenta.
Reparar el mal, las injusticias y abusos, después si, avanti zaina.
Se me ocurrió viendo lo que ocurre; pareciera que el gran Júpiter molesto por tanto ruido ordinario desde el mundo, más llantos y lamentos clamando justicia, está afinando la puntería de los rayos que lanza para que caigan donde deben caer.
Una cadena nacional suspendida por un alerta meteorológico que no fue y al día siguiente cuando decide ladrar. tornado sin aviso en el barrio y colapso eléctrico; a Correa se le cayó el helicóptero presidencial y al usurpador Maduro lo hecha un pueblo desarmado sin ejercito ni tanques.
Al dictador Yanukovich se le cayó en la cabeza la Rus de Kiev desarmada y harta de abusos.
Es más de un aviso, como para pensarlo.
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