noviembre 17, 2005

Integrando inmigrantes


¿Quién dijo que se quieren integrar?. Están en busca de espacio, pan, Paz y trabajo. No dejaron su tierra para hacerse europeos, la abandonaron por una necesidad vital y seducidos por una abundancia promocionada por todos los medios; no para renunciar a sus orígenes, creencias y tradiciones. Mientras respeten las leyes usos y costumbres y acepten nuestros valores sociales y morales, basta.
La integración ya tiene jerarquía de política de Estado. En realidad es un experimento de los mismos sociólogos y educadores que diseñan planes de educación o instrucción pública, que no pueden contener los hijos de su propio pueblo ni los suyos propios.
La inmigración es un fenómeno tan antiguo como la humanidad, que dos pueblos convivan y se integren es un problema de su idiosincrasia y de tiempo, sobre todo de la libre decisión de cada uno tras: una, dos, tres generaciones y no de forzados planes ¿cómo pueden tener la petulancia de integrar dos pueblos los que ni siquiera saben quienes son o pasan por la vida avergonzándose o renegando de sus orígenes?.
Si ya la simple convivencia no es fácil ¿Por qué integrar si hay naciones que desde sus orígenes se han negado a hacerlo y ello no les ha impedido convivir?. Admitamos que la negación a integrarse se les ha hecho muchas veces difícil, que lo digan sino judíos y gitanos y con todo siguen existiendo y siendo iguales a si mismos. En general todo pueblo con fuertes vínculos tribales no se integra, mientras no pretendan que los otros se integren a ellos no suele haber problemas, estos recién aparecen cuando quieren trasladar sus valores a los que lo rodean que lógicamente crean sus propios anticuerpos para aislar a los extraños.
Esto no es un problema humano; ni de blancos o negros, de creyentes en Zeus, en Buda, o en el Sol, es una cuestión puramente biológica común a todos los seres vivos y con mayor fuerza a los que están en lo alto de la pirámide, los grandes mamíferos. Ni las hormigas o las abejas de distintas colonias se toleran y pretenden que lo hagamos los hombres que a más de los atávicos instintos estamos llenos de vicios y defectos.
El verdadero problema es hoy, como todos, económico y cuando aparecen las razones económicas comienza a quemar el tiempo, no se puede esperar dos o tres generaciones, no se trata de ser más o menos democrático, tolerante o solidario la cuestión es que cada vez hay menos trabajo y menos gente dispuesta a ganar el pan con el sudor de la frente. Y si hay quien trabaja y progresa y en poco tiempo todos los negocios del barrio son de gente venida de otras tierras la situación ya se torna insoportable.
Si a los recién llegados los encerramos en ghetos seguirán con su idioma, sus particularismos y costumbres, que no es malo que los tengan, lo malo es imponer a otros decisiones a la fuerza, los habremos aislado del tiempo y la convivencia. Esto lo veo tan elemental que hasta me molesta escribirlo. Los que por cualquier razón no quieren ni siquiera convivir, esos si, no hay más remedio¡ afuera! A buscarse otra tierra.
Siempre fue y seguirá siendo la misma historia, no somos mejores ni peores que ayer, seguimos siendo los mismos salvajes primitivos del principio, bañados, perfumados, peinados y bien vestidos, sin olor a pieles o cuero, sin manos engrasadas o uñas negras, tan humanos como al principio y hasta el final.
¿O no es verdad que a los cultos griegos los sucedieron los Cartagineses y Romanos que no eran por cierto, ejemplo de gente tolerante y educada?.Los Hispanos con la Cruz y la espada, y sobre todo con la universalidad de sus acendrados particularismos regionales, que lejos de ser una contradicción fue la razón de ser y la esencia de esa universalidad fundada en la firme convicción de quienes eran, integró a los americanos y se integró sin retaceos a ellos. Constituidos los países de estas tierras, recibieron contingentes de pueblos de todo el planeta, nunca necesitaron planes de integración, declamar democracia, poner vallados, decidir que ropa podían usar, que tenían que comer o en que templo orar. Y si eso conseguimos los “brutos”, los “obscurantistas”, los “fanáticos ultramontanos” del mundo, ¿no sería preferible que aprendieran los progresistas, liberales y libertarios, que lo único que pueden acreditar es violación y muerte para nada?.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído una de las cosas más aberrantes de los últimos tiempos.
Decir que la integración no es necesaria y que ni siquiera es conveninetes es prácticamente un delito.
Ésta gente que al menos en España viene de Sudamérica y especialmente de África, deja todo y se juega la vida para llegar aquí y para tener sentido lo que hacen es fundamental que se integren y que nostros los veamos como un ciudadano más y no como un inmigrante. Entre otras cosas porque si ello no sucede así, siempre serán marginados, ellos y sus hijos producto de razonamientos racistas como el suyo. Todos los países europeos requieren trabajadores que hagan los trabajos que los nacionales no quieren hacer y que no son trabajos "indignos" sino esforzados como la construcción, la hostelería etc. Si ni siquiera aprenden nuestro idioma como pretende que subsistan?. No de trata de que puedan sobrevivir, pues en ese caso podrían quedarse en la selva viviendo de raíces y seguramente que sobrevivirían como cualquier tribu africana. Se trata de que puedan acceder a una vida normal como la tienen aquellos que se integran. Esto es como cuando un alumno en un colegio es introvertido y no se relaciona. El resultado es que se lo aparta y se queda solo. Aplicar esa situación a la inmigración se traduce en un peligro grave de racismo y xenofobia. Si en cambio uno se le acerca y permite que pueda formar parte del grupo, se puede encontrar un puesto que ocupe dentro del mismo y de esa forma será un engranaje más, uno más y no "el especial que está apartado del resto". Es muy grave lo que usted dice aquí y creo que debería reflexionar seriamente sobre ello. La diferencia entre un Africano y usted es que Dios dicidió ponerlo a UD. aquí y a el allí, pero si usted estuviese en su lugar, seguramente querría integrarse para poder vivir dignamente y poder darle a sus hijos los que usted nunca jamás hubiera podido pretender de niño.

Anónimo dijo...

El articulo es buenisimo estoy completamente de acuerdo .Lastima Jose Miguel que no sepas leer o no entiendas el español

Anónimo dijo...

Esto es un debate entre lectores?.
Yo creo que la inmigración es un tema muy complejo que no se puede abordar con la ligereza de decir; Esto está bien, esto es una estupidez etc. Entre otras cosas porque no hay ninguna experiencia muy positiva, no hay ni un modelo ni un resultado a seguir o copiar.
No creo que el artículo pretenda ser intencionadamente racista pero si tengo que decir que ese razonamiento simple que pretende justificar el racismo "Ni las hormigas o las abejas de distintas colonias se toleran y pretenden que lo hagamos los hombres" es muy peligroso porque puede justificar cualquier cosa. En mi opinión es un razonamiento simplista y desentendido algo así como "Puesto que la naturaleza del hombre es así, no hay nada que le podamos hacer". Es tan obsurdo como decir que si somos agresivos y ésto está en nuestra naturaleza no podemos cambiar ni siquiera intentarlo porque al ir en contra de nuestra naturaleza es imposible. Digo yo, si todo es inmodificable porque está condicionado en nuestra propia naturaleza, ¿de que sirve nuestro libre albedrío, nuestra libertad de actuar si no podemos ir contra nuestra naturaleza? suponiendo que esté en nuestra naturaleza ser racistas.