octubre 24, 2005

El pregón, edición extra

El viernes pasado al anunciar esta edición extra cometí en un grave error. Pensaba que hoy Lunes iba ha ser una consecuencia del lunes, y debo admitir que me ganaron los tiempos. La noche del domingo ya fue una consecuencia de la tarde. Se cerró un comicio y de inmediato comenzó la campaña para las elecciones generales del 2007.
Hubo quienes hablaron a la prensa con extrema prudencia y los hubo que siguiendo sus hábitos no dieron la cara para no “meter la pata”.
Todo fue como estaba previsto y casi con muy pocas sorpresas. Sólo se buscaba la “pole-position” y para ello en nuestro idioma vernáculo se “puso toda la carne a la parrilla”.
De esto se pueden ir sacando las previsiones y consecuencias de lo que viene. Se rompieron los pocos límites que le quedaban a los peronistas.
Se repitió hasta el hartazgo que ha sido una fiesta de la democracia y que el pueblo se ha expresado libremente, de acuerdo, ya lo había hecho dos veces con Menem y otra con De la Rua, que hoy son mala palabra. “Hay que acompañar al gobierno”, ¿a dónde? Se le dio un cheque en blanco a quien todavía no pagó el anterior.
No asustan los ganadores, los tiranos sólo dejan su puesto con los pies para adelante, esto leía ayer en un magnifico libro sobre Dionisio, el Tirano de Siracusa. Los que verdaderamente me meten miedo son los que están o dicen estarlo en la vereda de enfrente, a estos si se les puede dar el cheque en blanco, al menos hasta ver que caballo montan para próxima carrera.
No se desilusionen los que están lejos, Argentina no es toda peronista como pretenderán instalarlo, la masa es “exitista”, hoy todos lo votaron y están unánimemente felices de la derrota de Menem y de los de la Ruistas.
El aparato mafioso de Buenos Aires sigue en pie solo cambió de Padrino. Los canales de la droga permanecerán abiertos. El jefe de gabinete se demoró, tuvo que guardar en el depósito a todo el zurdaje callejero, solamente les dejo algunas estrellas montoneras al chiquitaje.
Esta etapa empezó mal y terminará peor.
Cuando estas líneas lleguen a su pantalla estará saturado de números, pronósticos e interpretaciones, yo doy lo que veo y lo que hay. Y no me hace feliz, hubiese preferido un pequeño huracán, me consuelo con una frase de Plutarco que también rescaté ayer.“ No cabe duda, en efecto, que la Divinidad utiliza a ciertos hombres con el fin de castigar la maldad de otros y hace de ellos en cierto modo unos carniceros antes de aniquilarlos” Quizás ha llegado la hora de preguntarnos si hemos hecho un sincero mea culpa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tiene usted razon,los tiranos cambian solo cuando preparan otro golpe,y su propia megalomania les impide regresar a la realidad.