Llámele ABORTO, MUERTE DIGNA o SUICIDO ASISTIDO.
La Suprema Corte, Magistrados, políticos, legisladores, médicos y personajes de fantasía participan de una criminal asociación ilícita, con alevosía y premeditación: muerte del hombre por el hombre.
Es tal la magnitud del engaño que bien vale aclararlo. En todos se privilegia una supuesto derecho humano a decidir el fin de la vida, una vida de cuya existencia no tuvieron arte parte ni desición; se confunde adrede el encarnizamiento terapeutico tan antinatural como amoral con una desición personal.
El moderno hombre dios decide hasta cuando, dueño absoluto de la vida y de la muerte.
Una cosa son técnicas y recursos extraordinarios para salvar una vida en una emergencia y otra muy distinta es la tortura a pacientes y deudos para prolongar sin razón una existencia más allá de sus propias fuerzas.
¿Cuál es la dificultad? Que alguien ponga los huevos y decida; es una desición médica como tantas otras de cada día: opero o espero, para no citar la canallada de intimar a la familia, consiguen un donante o se muere. ¿Cómo se hace? Hoy suprimo los alimentos, mañana el agua, pasado el respirador o todo junto, que parezca que no cambia nada es el método para silenciar
La voluntad divina y la naturaleza lo dirán: ninguno será el último en que después de “desenchufado” siguió viviendo, basta analizar el caso reciente, 42 años, en que pudo morir mil
veces en una entradera, salidera o accidente de tránsito. El que puede seguir pagando vive y el que no se muere, porque en verdad de eso se trata, y no parece un sólido argumento y mucho menos en boca de progresistas populistas.
Apenas horas pasaron entre el fallo de la Corte y la decisión de Dios por vía natural; no hubo muerte digna legal hubo una digna muerte natural al igual que ocurriño con la menor Camila en quien se inspiro la aberración jurídica.
Lo dije y lo repito crea o reviente, una mano muy pesada está presente
Para quien dude hoy tiene un ejemplo contudente, al colapso de los extorsionadores griegos sucede el colapso de las bolsas chinas.¡¡¡Carajo, de no creer!!!
Hacer una ley para liberar demagógicamente al hombre de sus obligaciones, porque solo para eso se legisla.
Elección de vida, de sexo. ¿Donde vamos a parar?
Pues lo dicho ayer, no son dos mundos que conviven o se enfrentan es uno que llega y otro que por intrínsecamente perverso desaparece.
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