Premio Nobel de la Paz, cara de ...¿Esta llegando el imperio a su fin?
Si hace solo cinco años alguien dijese que veríamos las cosas que estamos viendo hoy en día es probable que le llamasen loco, y lo peor es que seguramente la gente tuviese razón. La importancia de las declaraciones, de los movimientos y de los sucesos que se están produciendo es tal, que para imaginarse un deterioro tan rápido de la posición internacional de Estados Unidos seguramente fuese preciso una pizca de locura, de divergencia, al menos económicamente hablando. “El imperio americano” tiene por delante una difícil empresa, y en lugar de recibir apoyos y ánimos, ve como cada día que pasa se publica una noticia que la convierte en “el más difícil todavía”.
Por ejemplo esta semana MarketWatch, la cabecera económica del WSJ, publica una noticia que podríamos calificar de “curiosidad” pero que es enormemente sintomática, tanto que la titulan como “Bomba del FMI: la era de América se acerca al final”. El organismo internacional en sus últimas previsiones macroeconómicas del mes de abril estima que en el año 2016 el PIB de China superará al Estados Unidos en términos de poder de paridad de compra. Si se cumple ya no será incorrecto decir que China es la mayor economía del mundo, aunque solo sea un efecto estadístico, aunque la frase no sea muy exacta, el hecho es que la noticia será el primer escalón de algo que no parece tener marcha atrás: pronto China será la “number one”, primero en paridad de compra y pronto con cualquier otra que se use para medir el PBI
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Hay noticias que analizadas desde un ángulo exclusivamente económico, no siempre son fiables, otras miradas con un cristal político también son sospechosas de acarrear agua para el propio molino y las hay vistas con el gran angular de la historia que se aproximan más a la realidad avaladas por hechos ocurridos y conocidos en su génesis y consecuencias.
Son cientos los imperios que cayeron; parecían intocables hasta que un buen día repentinamente se disgregaron. Que si fue un mosquito, la economía, la corrupción o la falta de hombres puede llenar tomos de investigación e interpretaciones según el cristal de quien lo mira.
En todos el inicio suele ser una crisis de autoridad, de allí en adelante se encolumnan miles de razones.
Cuando el presidente de la mayor potencia del mundo después de años de ejercer el cargo se ve obligado a mostrar su certificado de nacimiento que demuestre que tiene derecho a estar donde está por más que lo considere ridículo y tener cosas más importantes de que ocuparse, estamos en problemas.
Lo que faltan no son certificados sino una autoridad en la que se pueda confiar. No existe autoridad sin confianza.
Poco importa si fue una malintencionada operación de grupos opositores, el hecho concreto es que un presidente debió hacer revolver archivos o fabricar documentos porque el asunto prendió, es decir preexistía la duda sobre una autoridad poco confiable.
Si a ello le sumamos que pocos días después para inflarse de popularidad y aspirar a la reelección amontona una serie de mentiras y hechos dudosos para eliminar al enemigo Nº1 creando un problema mayor al que tenía
Simplemente sume unas opiniones y otras, la cosa comienza a tener otro color.
Que hay uno que se cae, se cae, la única duda que me asalta es si ya no se cayó y lo que se ve es un decorado vacío.
El que anuncian que viene solo tiene en su aval índices económicos y número de población, en realidad un importante mercado potencial de consumidores, es lo único que interesa; factores que pueden ser importantes o salvavidas de plomo.
Hasta ahora históricamente solo ha sido un gigantesco dragón que no vuela, solo vomita fuego y asusta a los que están lejos.
Es solo una opinión que invita a la reflexión, no esta de más presumir que con la velocidad del rayo lo que puede ser será realidad, otros historiadores y analistas discutirán si fue una sucesión de tornados, perdidas de cosechas o complejas razones presupuestarias o cambiarias.
El diagnostico poco importa, lo trascendente es que alguien ya no respira y está frío. El mundo sigue rodando y el nuevo poderoso que venga esta probado que siempre es peor. No desesperar, no hay tiento que no se corte ni tiempo que no se acabe, lo nuestro no es cambiar la historia, sino vencerla quedando de pie, sin recular ni un tranco de pulga.
El tipo nació donde debía
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