TODOS ESTAN NERVIOSOS PORQUE SON IGUALES

Hay que dar trabajo, educar, construir viviendas y aumentar el consumo es decir terminar con la pobreza.
El programa único con el que coincide hasta el tonto del pueblo ¿Para qué elecciones? El cómo se hace, no se menciona porque es el que divide, un tabú entre la gente vive del dialogo y el consenso.
Se pueden construir viviendas al estilo español (sean socialistas obreros o populares) o al estilo Hijos Parricidas y Madres de Plaza de Mayo, poco importa, hacer es lo que cuenta, a la hora de pagar la fiesta hay millones de idiotas para cotizar.
Alfonsin se arrastró buscándolos a Solanas y a Binner para recibir su desprecio, si así va a seleccionar sus colaboradores estamos asados.
Descubrió que no es lógico que radicales y socialistas vayan separados y que para triunfar hacen falta votos peronistas. Cuanto tardará en admitir que se va a hacer socialista y peronista o va a cerrar el pico y se irá a su casa a seguir pasando desapercibido como lo hizo toda su vida.
Duhalde, silencioso está tapado bajo los escombros del Felipillo y el pacto de la Moncloa esperando reaparecer en el momento oportuno al mejor estilo del chapulín colorado.

Macri no entendió que los lugares de privilegio en los actos oficiales son para las autoridades y funcionarios, los candidatos pueden ir con el montón como ciudadanos rasos que son.
Vamos a salir de una soberbia ignorante para zambullirnos en otro peor; que también utiliza Catedrales y actos patrióticos para hacer campaña.

Como somos idiotas sin criterio les agradecemos que repitan sus desmadres a toda hora por todas las radios y canales de TV.

El país esta crispado por tomaduras de pelo, demagogia ordinaria y ambiciones desmedidas para llegar a la boletería y cobrarles a todos el peaje por ser argentinos condenados al éxito.

Ya no se trata del habitual exabrupto son navajazos a la yugular o buscarle las humedades en las verijas. Denunciar, desprestigiar o ensuciar no alcanza ni es novedad en una dirigencia unánimente enchastrada; la cuestión es sacar de circulación a todo el que pueda ser competencia.
Caen gigantes con pies de barro, los intocables monstruos de ayer hoy son manoseados por cualquiera como la vulgar masa que siempre fueron.

El asunto es general: en el deporte (Grondona, Maradona, Pasarella, la AFA y los clubes) el espectáculo (artistas, conductores y periodistas) la justicia (jueces, fiscales, camaristas y la Suprema Corte) en los gremios, el gobierno y la supuesta oposición, en ninguno de los tres últimos vale la pena el detalle, sería inclusive de mal gusto.

Entiendo que hay razones poderosas: la certeza que se caen los garantes de la impunidad; la comprobación que en otras tierras lo que todos sabían que era insostenible se desmoronó más allá de todo cálculo. La aparición de nuevos fenómenos sociales que rompen esquemas y nadie sabe por donde agarrarlos, queman y no tienen manija.

Quizás tenga que darle parcialmente la razón a Elisa Carrió que no es santa de mi devoción, cuando para justificar sus piruetas estratégicas y cuando nadie se le arrimaba, anuncio que ella no participaba del que se unieran todos porque poco a poco se iban a bajar; creo que se quedó corta, no va a quedar ninguno era lo correcto, con un agregado que a este paso solo quedará ella para llevarse la bomba activada y que le estalle en la cara. Un mal negocio si lo hay.

Sugiero semblantear a los personajes, tengo la sensación que más de una coronaria o arteria cerebral se va a tapar con tanta mala sangre que circula. El rictus de las caras tensas no se corrige con una hora de gimnasio para achatar panzas. Las falsas sonrisas llenas de dientes ya no engañan a nadie. La visible fatiga del material precede a la ruptura.

Quizás a más de uno le pueda servir de aviso; mas vale darse por hecho y retirarse a tiempo con lo puesto por sus propios medios a que lo lleven con los pies por delante y sin bolsillos.