mayo 09, 2015

HACIA UN RIDICULO Y ORDINARIO FINAL

El desencadenante no es nombrar un ministro de la corte, los votos se compran y todos venden, la cuestión es conseguir una vacante. Si uno muriese no podrán demostrar que fue por causas naturales y no asesinato después de todo lo que habló el morsa jefe de gabinete; vuelven peritos, expertos, autopsias, médicos, periodistas y vuelve Nissman a cobrarse la cuenta con intereses, no perdonan ni olvidan deudas. No hay juicio posible, no da el tiempo, el único que no controlan los tiranos. Final ordinario si lo hay. Relájese será duro y mucho peor el día después con los facciosos que hay a la vista, pero muerto el perro terminó la rabia, con eso y mucha esperanza alcanza para empezar El champagne en la heladera, por años no lo volverá a degustar El periodo tiene un limite, el 10 DIC. el filo del poder ya se mello; nadie se baja todos se preparan para saltar. En estas condiciones no hay plan A, B o C paren el reloj, a barajar y dar de nuevo. Todo cargo electivo con derecho a voto es una beca, poco importa que camiseta usa. El Morsa quiere mandar la Corte a juicio por falsificación ideológica y acusó a la presidente y sus ministros por el mismo delito con los DNU jamás firmados en acuerdo de ministros según la Constitución y los propios DNU aseguran.(*) ¡¡¡Que falta hace ya una corte amiga, automática y a control remoto!!! En el pecado está el castigo ¡ La pucha como sabían antes! Esta vez si llegó el momento que solo haga el que sabe Repito un conocido final: rece si sabe y si no aprenda. Llévele el apunte a un improvisado, quédese quieto y cierre la boca.

 (*) La Nacion. C.Pagni En su afán por controlar la Corte, el kirchnerismo diseñó una estrategia suicida: denunciar que en el acta de la reelección de Lorenzetti como presidente del tribunal figura Carlos Fayt, cuando ese magistrado habría estado ausente del acuerdo. Para Aníbal Fernández los jueces incurrieron en falsedad ideológica por declarar algo que no ocurrió. El argumento es autodestructivo. El artículo 99, inciso 3 de la Constitución, establece que el presidente podrá dictar decretos de necesidad y urgencia (DNU), "los que serán decididos en acuerdo general de ministros". Los Kirchner jamás celebraron una reunión de gabinete. Pero sus DNU consignan haber sido resueltos "en acuerdo general de ministros". Con el criterio de Fernández, todos los DNU del kirchnerismo serían nulos. Así, se suspendería la Asignación Universal por Hijo o Redrado volvería al Banco Central. Y la Presidenta, el propio Fernández y los demás ministros serían sospechosos de falsedad ideológica. Nadie pone en duda las capacidades psicofísicas del jefe de Gabinete. A pesar de que, una vez más, se habló encima

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