septiembre 13, 2005

La iglesia en la picota

Es un tema desde hace tiempo recurrente en Argentina, tuvo sus periodos muy calientes, y sus épocas neutras, siempre caminó de la mano de escándalos, intervenciones imprudentes o desafortunadas o la inveterada agresión de masones, liberales, socialistas y libertarios iluminados, todos aquellos que sienten disminuida su estatura de hombres-Dios ante un poder espiritual o coartada “su libertad” de vale todo, por los limites de un orden superior. Siempre históricamente fue motorizado por las pasiones, de los pro y de los anti.
Hace ya años ha cambiado el eje de la cuestión, a mi entender por dos hechos nuevos: la penetración en la iglesia de ideas dedicadas de lleno a destruirla y vaciarla de contenido y la actitud imprudente o cómplice de los responsables de la misma al no poner las cosas en su lugar.
Hoy la cuestión se elude por miedo. Miedo a que se los llame reaccionarios, inquisidores, fanáticos etc. Y con el miedo de unos se les hace el campo orégano a los otros. A este paso, ya de un país católico pasamos a ser un país de misión de cuanta secta comercial aparece y en poco tiempo florecerá el neo -paganismo de la mano de una masiva apostasía, de hecho por supuesto, los cobardes no dan la cara.
Hay hitos para reflexionar, hace tiempo ya se cuestionaba a la Iglesia su “intromisión en cuestiones temporales”, era inadmisible una declaración política o que se opinase sobre educación y otros temas “reservados” al poder civil, hasta un presidente, el de la democracia multiuso llego a contestar micrófono en mano una homilía. Los mismos que sostuvieron esa línea pasaron a una impiadosa crítica a la Iglesia por su “silencio” ante los “crímenes” y “atropellos” de los regímenes militares. Palos porque bogas, palos porque no bogas. Hoy frente a un nuevo episodio, reservado al juicio de Dios, se acentúa el hecho como una venganza política por el “compromiso” del obispo involucrado con los pobres y los perseguidos por una mafia provincial. El mensaje que se transmite es clarísimo: “Esta mal lo que hizo, pero es peor lo que le hicieron por ser progresista y comprometido con los pobres.”
Ante este espectáculo me pregunto ¿es función de sacerdotes y obispos dedicarse al asistensialismo? Según mi entender hay Ordenes Religiosas específicamente dedicadas a estas tareas, como a la educación, asistencia a enfermos etc. O su razón de ser es mantener viva la llama de la Fe el magisterio de la Iglesia y el mensaje de Cristo?
Lógicamente que ningún cura o monja va a tener cámara por su dedicación a esto. ¿O es que el compromiso con los pobres, las marchas justicieras, los comedores comunitarios reditúan en todo sentido? ¿A este punto hemos caído? Las obras de misericordia son obligación de todos los fieles creyentes, los pastores tienen específicamente otra función que no la excluye. Son infinitas las dudas y conflictos que la modernidad plantea y frente a ello se escucha el pavoroso silencio de los que tienen por su Orden Sagrado el poder de la Palabra. Silencio que lamentablemente es mejor que ciertas voces que a diario se escuchan. Si estoy equivocado ya acepto las reconvenciones, si no lo estoy, que se abra la mente de los muchos santos hombres que los hay. Pienso que al que no le guste que se vaya o se ate al cuello la rueda de un molino antes de salir por los medios masivos de comunicación a confundir y escandalizar. Hoy en ésta Argentina católica es más fácil comprar un auto que bautizar a un chico. O que tome la primera comunión. Parece todo armado para impedirlo, certificados, tramites, cursos etc. Si tiene tres hijos tres cursos y así hasta el infinito, hasta un certificado de buena conducta de la policía tiene más vigencia, para después ver que un cura que ante millones de espectadores dice todo lo contrario.
Hoy se machaca hasta el cansancio que la actitud moral intransigente de la Iglesia la lleva a convertirse en minoritaria, a la pérdida de vocaciones religiosas e iglesias vacías. ¿Cómo no van a estar vacías si se enseña que vale todo? Y el cuento paradójicamente germina en aquellos que debieran mantener viva la luz de la Verdad.
Como estamos próximos al día de la hispanidad, que no es el de una raza, si no el de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza patrona de la Hispanidad, me viene a la mente un recuerdo, estando el Apóstol Santiago en Iberia pasando un mal momento por el poco éxito de su prédica, solo siete conversiones, se le apareció en vida la Virgen para alentarlo y en Zaragoza planto un Pilar en la tierra como símbolo que la tomaba bajo su protección. Siglos después los hijos de Iberia llevaron el evangelio a todos los confines del mundo, y sólo eran siete los cristianos convertidos por Santiago. Creer o reventar. Si quienes deben propagar y mantener la Fe, comienzan por no tenerla, estamos arreglados.
Como esto da para mucho más, otro día volveré con los nuevos arietes y caballos de Troya y los que le abren la puerta o miran para otro lado. No por nada SS previno en Colonia contra la religión como producto de consumo, donde se toma únicamente lo que conviene.

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