mayo 22, 2017

NUEVO MANUAL DE INTELIGENCIA Y CAMBIO INMINENTE

Ataques de falsa bandera, compañeros de ruta que se odian, impunidad de una corrupción que se sospecha y nunca se prueba 

 Respondiendo a la avalancha de información denuncias y sospechas actuales, parece conveniente reexaminar ciertas “verdades de Perogrullo” del análisis básico de inteligencia de la información.

 Cualquier negado sebe que la primer preocupación de todo ilegal es no ser descubierto, no dejar huellas y asegurarse la ruta de escape, paradójicamente hoy que hay cientos de cámaras filmando se hace todo a cara descubierta, a la luz del día y en las narices de las fuerzas del orden o quienes deben controlar.

 La irresponsabilidad, improvisación y el no hacerse cargo es la verdadera siniestra herencia recibida. 

 Confirmar la fuente, es desde una amplia acepción no solo confirmar la existencia del hecho desde otra fuente sino la confiabilidad del informante. 

Hoy por hoy tan serio y responsable principio sería decretar la defunción de todo análisis de inteligencia a partir de la imposibilidad práctica de dar el primer paso.

 Producido un hecho, alguien lo sabe y lo cuenta y otro le asegura difusión; es decir que casi en el instante se suman dos intereses ajenos al hecho en si mismo, motorizados por interese personales ajenos a todo derecho, verdad y justicia.

 Son tantos los que callan, no vieron ni oyeron por miedo, como los que no dejan pasar sus tres minutos de fama: ser reporteados, estar en los diarios que los inviten a la tele; ya se olvido que testis unus, testis nullus.

 El antiguo aserto “cuando el río suena agua trae” conservando toda su vigencia y certeza significaría invertir la carga de la prueba y pasarían todos a ser culpables hasta que no se demuestre su inocencia. 

 No me sorprendería de continuarse por este camino que sea el próximo mojón que aparezca, por una razón de salud publica, recuerdo que en su nombre los creadores de los DDHH habilitaron los tribunales populares, el terror francés y la guillotina.

 Si recordamos al contradictorio Juan Jacobo Rousseau, el pontífice del “hombre bueno” creador de una sociedad que lo prostituye, el inspirador de la suprema fiscal de la Nación, Elisa Carrio; no podemos ignorar estar por necesidad en el zaguán de un profundo cambio.

 Cambio de tal calibre que los progresistas actuales devendrán en ultra conservadores por negarse a descartar de toda la inmundicia que vienen difundiendo.

 Persia, Roma, el marxismo leninismo o el delirio ario nacional socialista no han durado tanto, la bisagra esta engrasada, párese derecho y que lo pille confesado, lo que viene después es eterno.

1 comentario:

El inge dijo...

Leopoldo
Quizás tu cercanía con el gran país al este te permita conocer "inside information" acerca de les sobre vendrá, y acá contagiará... Hace 60 años hubiera sido al revés