febrero 14, 2017

EL PODER CORROMPE

E l poder exige conocimiento, algo de lo que la naturaleza humana está floja de papeles, es decir que de movida le es ajeno Una cierta y dolorosa lección de la historia, Reyes, emperadores, kahanes, Pontífices, religiosos, nobles, aristócratas, políticos, comerciantes, financistas, profesionales que dominan un trozo de conocimiento y lo usan para su beneficio. Su curiosa génesis es un verdadero parto de los montes, de los enciclopedistas franceses al crear la soberanía popular para oponer al absolutismo de los borbones y los reyes Gratia Dei No bien lo estrenaron tuvieron que dividirlo en tres poderes, hoy no hay menos de cinco, un poder dividido se niega a si, pero vayamos para otro lado porque no es lo mío y no se me hace el campo orégano sino más bien un berenjenal. Dejemos que filósofos y politólogos se pongan sus camisas de once varas y sigan delirando buscando LA SOLUCION para recrear el mundo y hacerlo perfecto. El poder es la sombra de la autoridad, cundo falta una naturalmente se debe construirlo, constructores o compradores de poder, “cash” en cuotas o toma y daca son corruptos congénitos. Aclaración por demás necesaria para no irse por las ramas Religiosos, militares, bravoneles, matones, sicarios gendarmes, jueces hombres, mujeres, jóvenes, adolescentes críos y hasta lactantes que berrean cuando ven que sus padres van a salir El descerebrado que mata por matar y sacar patente de bravo. No es EL PODER con todos sus entorchados, parafernalia, banda y bandera; basta con una miga que sirva para presionar a otro y obtener lo que se quiere Si al poder le suma el tiempo de permanencia en el mismo estamos en el pináculo del desmadre No estoy pintando una elegía anarquista, los ácratas, esos que niegan la autoridad son corruptos en si mismos. Dónde busque un argumento en contra se dará de bruces con un esquizofrénico delirante razonando No vayamos lejos: Juan Jacobo Russeau, el santo patrono de tantos fiscales y reformadores, el del HOMBRE BUENO al que la sociedad pervierte, ¡Malhaya con el filósofo! Buenos que hacen cosas malas, la sociedad que ese mismo hombre bueno hizo lo pervierte, parece que le salió torcida y en vez de obtener un jamón agusanó una pata de cerdo. Hay excepciones que confirman la regla, santos y buenos hombres con límites y respeto al prójimo pero a esos los eliminan cuando no cumplen las funciones para las que fueron encumbrados, la historia deja de registrarlos. De allí que si importa quien es cada cual, de donde viene, sus títulos y antecedentes Sana prevención, hoy blindada con el NO DISCRIMINAR que unánimente torpes, perversos e idiotas útiles consienten y apoyan públicamente en tanto impúdicamente en su actividad privada ignoran. Reinan la igualdad, los derechos gratuitos sin obligaciones, los DDHH de los asesinos y terroristas físicos e ideológicos.

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