febrero 13, 2016

HABIA UNA VEZ

HABIA UNA VEZ 

Las cuentos argentinos no comienzan así. HUBO MUCHAS VECES QUE YA NO SABE COMO EMPIEZAN y mucho menos como van a terminar

 Hay cientos de cables sueltos y puntas del ovillo en Quilmes el coto privado de caza de Anibal, tres finados frizados unos días y plantados en Gral Rodríguez.

 Hay otras en la ruta de la efedrina, la liberación y fuga de Perez Corradi, su actual detención que no fue y el simultaneo viaje de vacaciones a Praga del Morsa afirmación personal por teléfono que a nadie le consta

 La fuga de Alvear y las revelaciones que nos iban a asombrar y se comió Bullrich

 Allanamientos impecables y buzos profesionales que se ahogan en un mt. de agua en Bariloche

 La transparencia muy opaca de Macri que corre a auxiliar a los mineros Urtubey, Gioja, Barri Gold a punto de fundirse En fin saber o no saber no cambia nada, siéntese delante de su tienda para ver pasar un desfile de cadáveres, la vieja y simple sabiduría de las tribus del desierto. Comienzan a pasar los finados acompañados por los mismos personajes 


 


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