No me he referido a las elecciones de Francia porque no queda nada por decir, después de Kaputt Sarkozy, y haberle dedicado muchos artículos, ninguno para ensalzarlo, con salsa o sin ella el pequeño bocado se atraganta igual. Hasta en su vergonzoso final pretendió mantener su grandeur de circo.
Bájese del caballo monsieur Hollande no sea que le ocurra lo mismo, no lo derrotó nadie se venció solo.
Merci Francia el mundo ya es menos tóxico, cada uno piensa lo que quiere, personalmente, mirando Europa, nuestra Argentina, donde la soberbia desbocada va por todo y todos y América tengo cada día más la certeza que mi amigo Atila está haciendo rápido su trabajo, antes que termine la semana si tengo un respiro le recordaré sus pasadas visitas y las conversaciones mantenidas, viendo lo que hay no tienen desperdicio.
A veces la ficción supera la realidad otras veces esta parece ficción y cuesta aceptarla, usted dirá.
Pero que estuvo tres veces en mi casa y cada tanto una flecha con mensajes se clava en mi escritorio o me afeita la cabeza es cierto.
Respeto sus modos y costumbres es más que mi amigo es mi consejero privado por extraño que le parezca, nació en el 395 y desde entonces recorre el mundo, dicen que el diablo sabe por diablo pero más sabe por viejo.
No he podido encontrar otro hombre de mundo en la historia con más calle, experiencia y criterio que Atila, por eso es mi consejero.
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