febrero 24, 2014

CONTROLAR LA CALLE

Desde 17 cortes coordinados en toda la ciudad de BsAs a colectivos de irregulares motoqueros armados, tupamaros, venezolanos y avispas cubanos con patente de corso para asesinar son solo variantes regionales, faltan mostrar el plato fuerte: los mercenarios subsaharianos, europeos y asiáticos que están esperando su hora 
Entiiéndase escribo controlar la calle cuando el temor el miedo o el terror está presente, nada que ver con movilizaciones multitudinarias de caceroleros, amigos y pariente que van a mostrarse o limpiar conciencias, dejando en todos la intima sensación de fracaso y ridículo.

Son tan poderosos o se los deja hacer. Ante la ausencia de fuerzas de seguridad para imponer o garantizar un mínimo orden me inclino por lo último hasta que instalen como verdad de Perogrullo que:

 ¡¡¡ ES LO QUE HAY Y DE NADA VALE OPONERSE!!!
 Algo tan aceptado por todos como que no se puede gobernar sin el peronismo y allá van todos buscando con alianzas o mensajes demagógicos la pata que les falta.

 El matar o morir de días anteriores es real. Falta sin duda una respuesta 

¿Por qué gobernantes arriesgarían todo a un caos que no puede beneficiarlos y del que solo serán sus sirvientes?
 Porque todos son corruptores y corruptos, están empavonados de basura hasta las verijas y nadie lo ignora.
 La cuestión es simple no precisa avisos ni mensajes: dejan hacer o les mueven el piso y se caen. Quiere un ejemplo más patético que el concubinato político de UNNEN una mitómana fundamentalista del hombre bueno de J.J.Rousseau y el fanático Castro-Chavista Pino Solanas. 

¿Entonces que hago dirá alguno? Alguien le contó que tiene que hacer algo o los convenció que saben que hay que hacer, después de pasarse la vida cambiando de burbujas aislados de la realidad. 
Reitero una frase de días pasados: no le pregunto a cada semilla que dejo en el surco si va a crecer, solo hago lo que se debe hacer, el clima la tierra y la lluvia harán el resto si así debe de ser, nunca me consideré un iluminado constructor de sociedades perfectas. A mi me alcanza y me sobra, posiblemente haya muchas otras respuestas, lo que si se, es que ninguna es la fácil, la cómoda y exenta de riesgo. Solo lo que cuesta vale. 

 Caerá sin duda así como vivió, siendo el hazmerreír del mundo y el patrono del ridículo desde que traía desde La Habana mensajes, decisiones y decretos firmados por un vegetal o un muerto con el que el solo hablaba y hoy parodiando a nuestra yegua, lo que amenaza y hace un día lo deshace al siguiente. Lo echará un pueblo desarmado harto de mentiras y muerto de hambre.

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