El fárrago de mentiras, ocultamientos e imprecisiones en las comunicaciones oficiales obligan al silencio no obstante es conveniente recordar lo muchas veces dicho: 1º el verdadero problema es el día después, que no es un hipotético futuro; está a la vuelta de la esquina y 2º autócratas y tiranos pueden controlar todo menos el tiempo, que tiene un único dueño y Señor, nadie ha podido eludir el aquí y ahora.
Espero con esperanza después de comprobar que entre Itatí, La Virgen y el Señor de los Milagros en Salta, María del Rosario de San Nicolás y Luján en apenas un mes se reunieron espontáneamente más de cinco millones de almas hambrientas de Paz y respeto con alegría y sin crispación ni enfrentamientos: los que fueron a pedir lo que nadie les da la posibilidad de tener y los que fueron agradecer.
Por eso no pasarán ni permanecerán destruyendo.
Argentina tiene Dueña y Reina, ahora si se ve la luz, falta saber cuando y como llegará pero ese ya no es nuestro problema.
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