No todo son recitales, rock, TC 2000, o fútbol.
En verdad era lo previsto, la avalancha está en curso y los herederos están nerviosos.
No ocultan nada, supera sus limitadas capacidades, solo hay que saber reconocerlas y leerlas
En un tris pasamos de una severa crisis energética a estar parados sobre un mar de petróleo: Formosa, San Luis, Mendoza, Neuquén, Rio Negro, encuentran yacimientos que nadie conocía.
El ordinario circo nacionalista de Ushuaia fue revelador, una afrenta gratuita a quienes combatieron en Malvinas, por una decisión que no estaba en ellos discutir; combatir como hombres sin mariconadas que tenían frío o hambre.
Soldados, más allá de calificativos de jóvenes o adultos. Unos dejaron padres, otros mujer e hijos, nadie fue a una fiesta o hacer turismo, fuese general, cabo o soldado raso.
Vergonzosa presencia de supuestos veteranos cargados de medallas o eran como el minero de Olavaria, militantes políticos disfrazados de payasos del circo.
A mayor abundamiento transcribo un artículo confiable que llegó por gentileza de un lector. Si todo suma y nadie resta, la cuenta será pesada de saldar.
Axel Kicillof terminó desconcertado y sin respuestas el día que él mismo había imaginado como el de su primera cita con la historia. El deslumbrante “joven maravilla” del firmamento “cristinista” supuso que el miércoles 21 de marzo sería el de su virtual consagración política, porque en la reunión más importante del directorio de YPF-Repsol iba a comenzar a escribirse la historia de una victoria resonante y estratégica del poder patagónico: el triunfo que permitiría comenzar la profundización del modelo K cambiando drásticamente las relaciones entre el poder político y el poder económico. Después de un día larguísimo, sazonado por tensiones y discusiones de todo tipo -y en los cuales estuvo en contacto con la jefa del Estado casi constantemente y en las que hubo que incluir una agria y violenta discusión con Guillermo Moreno- Axel Kicillof debió retirarse de la Quinta de Olivos confundido y sin respuestas, básicamente porque la propia viuda de Kirchner le mostró durante esas horas decisivas todo el repertorio de sus indecisiones, sus dudas, sus temores y sus explosivos y repentinos cambios de humor.
• Ansiosos, los dirigentes de La Cámpora , que han tomado al joven Kicillof como su referente más importante de estos días, se comunicaron con él ni bien se enteraron de que había terminado su última reunión con la Presidente K , entrada la noche del miércoles 21 de marzo. Ellos se encontraron con que el viceministro de Economía estaba tan desconcertado como falto de energía y solamente se animaron a sugerirle un encuentro tardío “para tomar una copa y relajarnos”. En esa conversación que duró hasta la medianoche, esos jóvenes que están descubriendo la jungla del poder y que se reconocen como los más destacados de la élite “cristinista” se enteraron de boca del súper influyente Kicillof de una novedad que los desconcertó: “ la Doctora todavía no sabe qué vamos a hacer con YPF y reclama que nadie la presione porque está cansada de que todos la carguen con todas las responsabilidades y ninguno le solucione los problemas del gobierno”. La obvia desilusión de Kicillof y el resto de los jóvenes más brillantes del “cristinismo” estaba referida directamente al hecho de que muchos de ellos suponían que estaban mucho más cerca de la instrumentación del “nuevo modelo de nacionalización” que quieren imponerle a la petrolera argentina, de acuerdo a los postulados y las propuestas del viceministro de Economía (que ya explicamos en nuestro último reporte).
• Después de las conclusiones vinieron los datos y las informaciones más jugosas. Axel Kicillof contó que la Presidente estuvo en contacto directo por teléfono con él durante toda la reunión de directorio de YPF-Repsol en la que se decidió usar las ganancias de la empresa del 2011 para capitalizar la compañía. Dijo Kicillof que “llamaba ansiosa cada diez minutos para saber qué estaba pasando” y agregó que “más de una vez explotó de rabia y de bronca cuando le contaba qué era lo que estaban diciendo los accionistas y cuál era la propuesta de Brufau” (el CEO de Repsol que fue quien presentó la propuesta de capitalización de la compañía). Ya relajado por las copas que estaba tomando entre amigos -de acuerdo a lo que algunos de ellos dejaron trascender en las horas posteriores a ese encuentro-“Axel estaba muy impresionado por las reacciones emotivas de Cristina durante todo el día y terminó recomendando que todos nosotros nos ocupemos de quitarle presiones a la Presidente en lugar de llevárselas constantemente”.
• Esas fluctuaciones en el estado de ánimo de la jefa del estado incluyeron, según el relato que han echado a rodar en la elite de los dirigentes de la Cámpora , “además de varias explosiones de ira y de furia desatadas por la actitud de los empresarios, momentos de mucho llanto y mucho desánimo en dos de los cuales el pobre Axel tuvo que operar como virtual terapeuta o amigo conteniéndola y consolándola hasta que se tranquilizó”. Se trató de una amarga toma de conciencia para un grupo de jóvenes que idolatra a la viuda de Kirchner hasta extremos que son muy difíciles de imaginar para los mortales comunes. De acuerdo a lo que escuchamos de varias fuentes, “la evaluación política” que los jefes del aparato juvenil de la coalición oficialista van a “bajar” al resto de los dirigentes es que “ la Presidente está muy presionada por una batalla en la que no se siente suficientemente acompañada, y por eso mismo de ahora en más va a resultar imprescindible recurrir a la movilización popular para quebrarle el brazo a Repsol, para obligarlos a invertir, o de lo contrario para generar las condiciones para que el gobierno se haga cargo de las operaciones de YPF para profundizar el modelo”.
• Más allá de las explicaciones pertinentes para encuadrar a los que ya creen en el credo K pase lo que pase, la novedad más importante sigue siendo la falta de definiciones de la viuda de Kirchner acerca de cómo va a desactivar el gobierno la bomba de tiempo que tiene en sus manos que combina la escasez de la energía propia, con los crecientes problemas fiscales de la compra de esa energía, y en unos mercados internacionales cada vez alterados por las subas cotidianas de los precios. Uno de los más lúcidos colaboradores de Carlos Zannini decía hace dos días que “si bien parece claro que tenemos que resolver el problema del suministro de gas, petróleo y combustibles antes que llegue el frío, no es menos cierto que la caída de la actividad económica que ya se registra por la baja de la demanda de Brasil, puede terminar ayudando al gobierno porque va a significar una menor demanda energética en los próximos meses”.
• De todos modos ellos reconocen también que “ la Presidente no sabe todavía qué va a hacer con YPF” y aseguran que “a veces en el mismo día cambia dos o tres veces de idea y después termina insultando en público al funcionario que ella mandó a hacer cualquier gestión o averiguación”. Aunque nadie en el entorno de la jefa del estado se anime a decirle con todas las letras, se está instalando en las inmediaciones de la jefa del estado, la certeza de que ella está mucho más preocupada por los daños políticos personales que pueda sufrir, que por cualquier otra cuestión referida a la resolución de los problemas que se le presentan a su administración. Uno de los secretarios con acceso directo a la viuda de Kirchner ha mencionado hace unos días ante sus amigos más íntimos que “ la Presidente tiene miedo por ejemplo que si metemos la mano en Repsol el Rey de España haga lobby para echarnos del G 20 y eso a ella la aterra y la paraliza”.
• Otros conocedores de las entretelas del poder patagónico aseguran que “ella cree que la mejor solución es la que le ofrece Kicillof porque opina que ha llegado el momento de demostrarle al poder económico que ella es la que manda en el país, pero duda porque cree que los medios opositores van a aprovechar cualquier decisión que ella tome para presentarla como una especie de Hugo Chávez con polleras y ese tipo de asociaciones la aterran”. Tal vez por eso mismo, la viuda de Kirchner mantenía la remota esperanza de que los máximos ejecutivos de Repsol finalmente iban a aceptar las presiones del gobierno argentino e iban a anunciar que esta vez van a invertir sus ganancias para “asegurar el abastecimiento energético para el modelo de crecimiento” de la Argentina. Como eso no ocurrió -y el mensaje que le dieron los españoles más poderosos al embajador Carlos Bettini fue que “si Cristina quiere YPF tendrá que pagar 10.000 millones de dólares por los activos” y ese dinero no está disponible de ninguna manera- los tiempos para tomar las decisiones estratégicas parecen acortarse, en el mismo momento en que parece invadir a la viuda de Kirchner un peligroso pánico escénico.
• Los más audaces en el entorno más íntimo de la jefa del estado, intentan describir esta situación con la pátina de la épica más previsible. Ellos dicen que “ la Presidente está enfrentando uno de los combates decisivos para sostener el proyecto de inclusión social y afirmación nacional que ella lidera” y que por eso mismo “ la Doctora es quien maneja los tiempos, la que toma las decisiones y las anuncia en el momento más oportuno para sorprender y someter al enemigo”.
• Esas explicaciones pueden sonar tan razonables como válidas, pero corren el riesgo de transformarse en irrelevantes en la misma medida que el conflicto central del gobierno que se está manifestando es de una naturaleza mucho más política que económica. Cada vez son más los funcionarios y legisladores del máximo nivel en la coalición oficialista que admiten en privado que “los problemas psicológicos de Cristina se están convirtiendo en un verdadero lastre para la gestión del gobierno, porque nadie toma las decisiones que hay que tomar en el momento que hay que tomarlas”. En distintas conversaciones informales con gente empinada en la cima del poder patagónico, se escuchó en estos días distintas historias que se pueden resumir en la afirmación de que la Presidente K , “ha tomado la costumbre de maltratar de la peor manera a quiénes querían avanzar en la resolución de cuestiones que ella misma no atiende o cuya resolución posterga en medio de sus ataques de furia”. Dicen los colaboradores cotidianos de la viuda de Kirchner que “a lo único que ella le pone atención es a lo que pasa en los medios de comunicación”. Repiten también en sus corrillos más secretos que “ la Doctora concentra todas las decisiones y no quiere que nadie las tome por ella, pero después se enoja porque las cosas no se hacen y grita a los cuatro vientos que nadie la defiende y que todos le llevan a ella todos los problemas para perjudicarla”.
• Tan tensa se ha vuelto la vida cotidiana en las cercanías de la viuda de Kirchner que algunos de sus colaboradores -mucho más audaces de lo que pueda imaginarse-, hasta sugieren que la viuda de Kirchner estaría siendo tratada por “un equipo de psicólogos y psiquiatras que se turnan para sostenerla, y que por ahora han logrado que sus presentaciones públicas sean decorosas y sobre todo que no sirvan para exorcizar la idea de que los vaivenes de los humores de la Presidente K puedan transformarse en un problema de estado en algún momento de las próximas semanas o meses. Una de las mejores fuentes en la Casa Rosada y en la Quinta de Olivos confirmó la existencia de “nuevos médicos que están ayudando a la Presidente ”, pero aseguró que se trata de “un equipo de ayuda directa que está trabajando duramente en la tarea de adecuar las dosis de la medicación que ella tiene que tomar después de su cirugía de tiroides”.
• Sea como fuere, los entretelones acerca del estado de ánimo de Cristina Fernández de Kirchner trascienden largamente la cuestión médica o psiquiátrica. Los que conocen los secretos del poder aseguran que Florencia Kirchner “hace dos o tres semanas” que se mudó a Nueva York, luego de “varias discusiones con su madre”. También mencionan esas mismas fuentes que “la relación de Cristina con Máximo es mucho más compleja”, básicamente porque el primogénito de la suprema familia “construye su propio poder con sus amigos”, lo cual significaría entre otras cosas que ha comenzado a discutir cara a cara -y de igual a igual- con su madre acerca de algunas de las decisiones políticas más importantes, que ella misma toma o deja de tomar. De acuerdo a lo que se da por cierto entre los incondicionales de la familia Kirchner , el principal tema que los ha enfrentado en las últimas semanas fue el “caso Boudou”.
• El hecho que todos dan por cierto es que Máximo Kirchner critica duramente a su madre por la decisión de que desprenderse de su Vicepresidente es un tema a tratarse, porque asegura que el escándalo político que protagoniza el ex ministro de Economía ya afecta directamente el poder del gobierno. Su madre piensa exactamente lo contrario: ella asegura que entregar a su Vicepresidente implicaría para ella tres daños “muy importantes”: a) debería reconocer su error lo cual activaría las críticas de todos los dirigentes tradicionales del peronismo contra su liderazgo, b) le daría un triunfo político muy importante “a los grupos concentrados de poder y a los medios opositores” y c) “no se ganaría nada” en términos de defensa del gobierno porque “una vez que están cebados” (los opositores) “van a inventar otros casos iguales para seguir golpeando al gobierno”.
• Hay que decir que las discusiones entre la Presidente y su hijo “van subiendo de tono” -según algunos de sus involuntarios testigos- “pero de ninguna manera anuncian una ruptura o algo parecido”. Según esas mismas fuentes “el peligro es que esos cruces incentivan las depresiones de la Presidente ”, con lo cual se confirma la regla de que a cierto nivel del poder, los problemas que se acumulan solamente potencian su complejidad. Mientras tanto, lo evidente es que el gobierno K sigue sin poder recuperar la iniciativa política y el control de la agenda pública después de que ha pasado más de un mes de la tragedia ferroviaria de Plaza Once, el evento inesperado que marcó el comienzo del tembladeral del poder patagónico.
Paciencia y no olvide que el depredador natural de los tiranos son sus sucesores
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