Sugiero leer "Cromagnon"
El título no es ni exagerado ni sensacionalista, no hubo muertos ni heridos pero si víctimas, ninguno de los presentes en Unicenter salió indemne, hoy no son los mismos de ayer.
En el artículo citado al principio se lo dijo: volverá a ocurrir. Únicamente la muy eficiente acción de la seguridad propia del lugar evitó un desastre. Las puertas estaban abiertas pero bloqueadas por gente, se evacuaron entre 40 y 50.000 personas de tres o cuatro plantas por escaleras, realmente es increíble que ello haya sido posible. Como era previsible la autoridad ausente. No se estableció una zona de exclusión, no hubo control del tráfico, autobombas y las ambulancias tuvieron serios problemas para llegar al lugar y de haber ocurrido casos de asfixia o intoxicación, aplastamiento o quemados no hubiesen podido ser evacuados con la celeridad necesaria. Los curiosos de siempre molestando a los que trabajaban. El periodismo morboso e impertinente buscando la declaración sensacionalista que encontrara un culpable.
Treinta dotaciones de bomberos “voluntarios”, hombres que estuvieron únicamente por su vocación de servicio, careciendo de los elementos imprescindibles para realizar su trabajo y aún su protección personal.
Una Policía que indudablemente no está capacitada para estas situaciones y que si está presente es a costa de abandonar su misión específica, ni pudo aislar la zona, ni ordenar el tránsito, lo más elemental que se podía esperar. Todo el esfuerzo del personal del local o de los bomberos no hubiese evitado una tragedia sin precedentes de no haber sido por simple casualidad, hubo un eslabón en la cadena del siniestro que faltó por puro accidente.
Es otro aviso y muy fuerte, a los muertos no los resucita encontrar un culpable ni descansan en Paz con el castigo de los mismos.
Mientras el Estado responsable siga ausente no queda otra alternativa que cuidar de nosotros mismos.
Al no haber muertos, en veinticuatro horas esto se olvida hasta la próxima, quienes detuvieron sus autos para sacar fotos o ver que pasaba asuman que pudieron ser corresponsables de muchas muertes.
En el artículo citado al principio se lo dijo: volverá a ocurrir. Únicamente la muy eficiente acción de la seguridad propia del lugar evitó un desastre. Las puertas estaban abiertas pero bloqueadas por gente, se evacuaron entre 40 y 50.000 personas de tres o cuatro plantas por escaleras, realmente es increíble que ello haya sido posible. Como era previsible la autoridad ausente. No se estableció una zona de exclusión, no hubo control del tráfico, autobombas y las ambulancias tuvieron serios problemas para llegar al lugar y de haber ocurrido casos de asfixia o intoxicación, aplastamiento o quemados no hubiesen podido ser evacuados con la celeridad necesaria. Los curiosos de siempre molestando a los que trabajaban. El periodismo morboso e impertinente buscando la declaración sensacionalista que encontrara un culpable.
Treinta dotaciones de bomberos “voluntarios”, hombres que estuvieron únicamente por su vocación de servicio, careciendo de los elementos imprescindibles para realizar su trabajo y aún su protección personal.
Una Policía que indudablemente no está capacitada para estas situaciones y que si está presente es a costa de abandonar su misión específica, ni pudo aislar la zona, ni ordenar el tránsito, lo más elemental que se podía esperar. Todo el esfuerzo del personal del local o de los bomberos no hubiese evitado una tragedia sin precedentes de no haber sido por simple casualidad, hubo un eslabón en la cadena del siniestro que faltó por puro accidente.
Es otro aviso y muy fuerte, a los muertos no los resucita encontrar un culpable ni descansan en Paz con el castigo de los mismos.
Mientras el Estado responsable siga ausente no queda otra alternativa que cuidar de nosotros mismos.
Al no haber muertos, en veinticuatro horas esto se olvida hasta la próxima, quienes detuvieron sus autos para sacar fotos o ver que pasaba asuman que pudieron ser corresponsables de muchas muertes.
1 comentario:
Desgraciadamente ésta es la Argentina de hoy, un estado ausente y falto de responsabilidad y una ciudadanía cansada y sin ánimo de jugarse.Por las dudas esbozamos un "Dios no lo permita" para seguir zafando de toda responsabilidad en una cada vez más mediocre sociedad
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