LA CUMBRE: Como todo lo malo tiene su costado bueno, al menos mostró a todas las mascaritas sin disfraz.
El responsable; el canciller argentino a quien alguna vez me referí como pato criollo (ca-tras-ca.), y su único jefe el mandamás recibieron como justo premio a la vergonzosa organización, una bofetada atrás de otra y de todos lados. Nadie se quedó con las ganas, ahora vendrán las de los que no estaban, el que siembra vientos cosecha tempestades. No era señores periodistas, el simpático, desenfadado o informal estilo del presidente, en castellano tiene nombres; ignorante, ordinario, soberbio, necio y hay mil más que le van como anillo al dedo.
Del ridículo no se salvó nadie, ni Evo Morales, el populista cocalero ahora manifiestamente incómodo y molesto de tanta vulgaridad cuando ya se siente presidente y personaje internacional.
Chávez que vino por la sucesión de Castro y mostró que por mucha sopa que coma, siempre le van a faltar cinco para el peso. Tan intrascendente fue su presencia que tuvo que recurrir a un payaso futbolista y a la invocación del fracasado Guevara para cosechar algún aplauso, vino en ganador y se fue con el rabo entre las patas aunque toda la prensa bien pagada diga lo contrario, sigo planteándome la misma duda: ¿de quien es la mano negra que lo sostiene gracias al petróleo que le vende a USA?. “Por sus frutos los conoceréis” y el venezolano vino atiborrado de ellos.
Su presencia tuvo un solo objeto, dividir a Hispanoamérica y erigirse en el líder de la “justicia popular” frente al “asesino” Bush polarizando una entelequia, el ALCA de Bush o la revolución Bolivariana. Si el comercio debe ser libre no necesita tratados, simplemente es cuestión de poner el tenderete y ofrecer la mercadería, comprar y vender. Los tratados por si mismos existen solo para condicionar o imponer restricciones. La revolución Bolivariana como en su origen, no es más que un delirante proyecto imperial venezolano sobre toda Sudamérica. La peluda mano masona fracasó, aunque hizo mucho daño y este mono barato lo revive. Terminó siendo el gran derrotado, Bush sin hacer ruido trajo en una bolsita a casi todos los países de Hispanoamérica y se la llevo con alguno más. Si el MERCOSUR era su rival, no solo no lo quebró sino que sumó a ese tratado del sur al país que está más al norte; Mexico.
No se aceptó unánimemente el ALCA y nadie pensaba seriamente que se hiciera
Casi podría decirse que no pasó nada que no se supiera que iba a ocurrir. Una cumbre oficial para que los mandatarios escuchen los ladridos del mandamás, personaje de cabotaje que perdió la oportunidad de trascender, limitándose a sus problemas personales con el FMI y otra cumbre paralela también oficial ya que fue organizada por los funcionarios del gobierno y financiada con el “superávit fiscal que produce el peaje mafioso a las exportaciones, para lucimiento del opaco dictador venezolano. Una fracasó como era previsible y la otra también, toda la ciencia de esta gentuza se limita a la administración de los “retornos y comisiones”
El presidente Fox, haciendo honor a su apellido le puso sobre el final el cascabel al gato, anuncio su decisión de incorporarse el próximo año al MERCOSUR y pidió a quienes están de acuerdo con el tratado propuesto por Bush, seguir adelante con el mismo, algo así como “el que no quiere que se quede afuera”, otro tremendo cachetazo al Argentino, particularmente cuando no ignora la falacia de las cifras oficiales y que pasadas las elecciones y la Cumbre se le cae toda la estantería. Tabaré Vázquez, calladito empezó a cruzarse de vereda. Por las dudas hay que asegurarse las papeleras.
Bush no perdió más tiempo y el domingo se fue a Brasilia, el Lula picarón siempre tiene un as en la manga.
Mire la mesa y vea cuantos frutos maduros han dejado, sírvase sin complejos y ate cabos. Si piensa muy mal seguro que no se equivoca.
A última hora: terminó y parece que ni firmaron la planilla de asistencia. Los documentos son un monumento a la nada.
Una última reflexión. No terminó acá, vienen como siempre las consecuencias. Mal que les pese a los ruidosos fracasados, hay una realineación de fuerzas en América Latina. De un lado los delirantes populistas que no van a escatimar esfuerzos y canalladas por aferrarse a lo que se les escapa de las manos, y del otro el que ya se cree “el nuevo líder de la democracia y el progreso” que conociendo sus métodos y antecedentes tampoco se va a privar de nada.En el medio el jamón del sándwich es decir todos nosotros, los que no “manifestamos” ni usamos molotov ni misiles, pero somos los que trabajamos producimos y consumimos. Es la gran mayoría silenciosa gracias a la que estas tierras siguen existiendo.
El responsable; el canciller argentino a quien alguna vez me referí como pato criollo (ca-tras-ca.), y su único jefe el mandamás recibieron como justo premio a la vergonzosa organización, una bofetada atrás de otra y de todos lados. Nadie se quedó con las ganas, ahora vendrán las de los que no estaban, el que siembra vientos cosecha tempestades. No era señores periodistas, el simpático, desenfadado o informal estilo del presidente, en castellano tiene nombres; ignorante, ordinario, soberbio, necio y hay mil más que le van como anillo al dedo.
Del ridículo no se salvó nadie, ni Evo Morales, el populista cocalero ahora manifiestamente incómodo y molesto de tanta vulgaridad cuando ya se siente presidente y personaje internacional.
Chávez que vino por la sucesión de Castro y mostró que por mucha sopa que coma, siempre le van a faltar cinco para el peso. Tan intrascendente fue su presencia que tuvo que recurrir a un payaso futbolista y a la invocación del fracasado Guevara para cosechar algún aplauso, vino en ganador y se fue con el rabo entre las patas aunque toda la prensa bien pagada diga lo contrario, sigo planteándome la misma duda: ¿de quien es la mano negra que lo sostiene gracias al petróleo que le vende a USA?. “Por sus frutos los conoceréis” y el venezolano vino atiborrado de ellos.
Su presencia tuvo un solo objeto, dividir a Hispanoamérica y erigirse en el líder de la “justicia popular” frente al “asesino” Bush polarizando una entelequia, el ALCA de Bush o la revolución Bolivariana. Si el comercio debe ser libre no necesita tratados, simplemente es cuestión de poner el tenderete y ofrecer la mercadería, comprar y vender. Los tratados por si mismos existen solo para condicionar o imponer restricciones. La revolución Bolivariana como en su origen, no es más que un delirante proyecto imperial venezolano sobre toda Sudamérica. La peluda mano masona fracasó, aunque hizo mucho daño y este mono barato lo revive. Terminó siendo el gran derrotado, Bush sin hacer ruido trajo en una bolsita a casi todos los países de Hispanoamérica y se la llevo con alguno más. Si el MERCOSUR era su rival, no solo no lo quebró sino que sumó a ese tratado del sur al país que está más al norte; Mexico.
No se aceptó unánimemente el ALCA y nadie pensaba seriamente que se hiciera
Casi podría decirse que no pasó nada que no se supiera que iba a ocurrir. Una cumbre oficial para que los mandatarios escuchen los ladridos del mandamás, personaje de cabotaje que perdió la oportunidad de trascender, limitándose a sus problemas personales con el FMI y otra cumbre paralela también oficial ya que fue organizada por los funcionarios del gobierno y financiada con el “superávit fiscal que produce el peaje mafioso a las exportaciones, para lucimiento del opaco dictador venezolano. Una fracasó como era previsible y la otra también, toda la ciencia de esta gentuza se limita a la administración de los “retornos y comisiones”
El presidente Fox, haciendo honor a su apellido le puso sobre el final el cascabel al gato, anuncio su decisión de incorporarse el próximo año al MERCOSUR y pidió a quienes están de acuerdo con el tratado propuesto por Bush, seguir adelante con el mismo, algo así como “el que no quiere que se quede afuera”, otro tremendo cachetazo al Argentino, particularmente cuando no ignora la falacia de las cifras oficiales y que pasadas las elecciones y la Cumbre se le cae toda la estantería. Tabaré Vázquez, calladito empezó a cruzarse de vereda. Por las dudas hay que asegurarse las papeleras.
Bush no perdió más tiempo y el domingo se fue a Brasilia, el Lula picarón siempre tiene un as en la manga.
Mire la mesa y vea cuantos frutos maduros han dejado, sírvase sin complejos y ate cabos. Si piensa muy mal seguro que no se equivoca.
A última hora: terminó y parece que ni firmaron la planilla de asistencia. Los documentos son un monumento a la nada.
Una última reflexión. No terminó acá, vienen como siempre las consecuencias. Mal que les pese a los ruidosos fracasados, hay una realineación de fuerzas en América Latina. De un lado los delirantes populistas que no van a escatimar esfuerzos y canalladas por aferrarse a lo que se les escapa de las manos, y del otro el que ya se cree “el nuevo líder de la democracia y el progreso” que conociendo sus métodos y antecedentes tampoco se va a privar de nada.En el medio el jamón del sándwich es decir todos nosotros, los que no “manifestamos” ni usamos molotov ni misiles, pero somos los que trabajamos producimos y consumimos. Es la gran mayoría silenciosa gracias a la que estas tierras siguen existiendo.
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