Es el resultado natural de estar gobernado por dementes y explica la crispación que se materializa en cualquier casa o esquina por un quítame de allí esas pajas; más allá de los principios y educación de los implicados.
Conozco muchos afectados por el mal, en días pasados fue tema reiterado casi obsesivo buscando respuestas por eso lo pongo a consideración.
Es un fenómeno “dèja vù” hemos visto, vivido y sufrido las consecuencias de perder el equilibrio por querer salvar la ropa.
Unos se preocupan porque les falta y otros por no poder usar lo que tienen después de haber cerrado canillas y reducido gastos en previsión de lo que venía,
Dinero que no se gasta se licua, el cerrojo al mercado cambiario impide inversiones o viajes.
No existe moneda convertible porque no cotiza y no se la acepta en el país donde supuestamente tiene curso legal, en el vecindario o el planeta. Sin recursos nada se puede hacer en el país o en el mundo. Degradados a la condición de menesteroso, de esos que en ninguna parte reciben de buen grado.
Un verdadero símil a estar tras los barrotes: sin derechos civiles, recursos propios ni libertad para tomar decisiones.
No es la economía mi fuerte ni mi materia, pero es clarísimo que como viene la avalancha que han provocado esto no puede sostenerse en el tiempo. El tiempo es finito, en mi opinión no pasa el fin de año salvo que los opositores les tiren una cuartas para llevarlos al año que viene; es lo que vienen haciendo con éxito hace diez años porque todos se lo toleran.
O se caen y que Dios nos libre de lo que venga o deben recular fuerte y comenzar a desmontar burradas para que les llegue algo de oxígeno.
Que esta trampa enfermiza no puede sostenerse es un hecho, será por A, por B o por Z poco importa, casi con certeza presumo que por una memez que nadie tiene en cuenta.
Si el planteo es correcto hace años que en nuestra campaña se encontró el remedio: desensillar hasta que aclare o no cambiar de caballo en medio del río.
Admito que se precisan fe y confianza, dos insumos que escasean.
No me parece que alguien pueda salvar hasta los calzones, algo se va perder; la cuestión es serenarse y no andar gastando angustiado en cualquier pavada, apuesto que mañana le va a faltar por licuado que esté.
Tampoco es cuestión de andar patinando como chorizo en fuente e’loza a demanda de fuerzas G y no de un sano criterio.
Hágale caso a este tonto no hay asesores, técnicos o doctores que tengan la más pálida idea acerca de que es mejor, por la simple razón que nos gobiernan irresponsables con capacidad ilimitada para improvisar y hacer daño.
Si ve licuarse como hielo sus ahorros, sean inteligente aproveche y agrégueles una generosa medida de wisky, un buen libro y que se maten las fieras.
Lo que no tiene remedio, esta mas allá de la ciencia de los médicos; hacer circo terapéutico con sangrías, purgantes o extractos de corazones de iguanas vírgenes es de payasos y nadie garantiza resultados que es la parte que interesa.
Muchos pensaron en una exageración cuando días pasados escribí que el Presidente Franco puede cansarse de tanto atropello y bajar la llave de la electricidad paraguaya que de Yacyrertá fluye a la argentina o hacer un picardía en Itaipú.
Era cierto, únicamente olvide que un paraguayo siempre lleva el cuchillo bajo el poncho, fue diplomático o zorro.
El pago no se acepta más en pesos, una moneda que no cotiza ni existe en el mundo, debe ser en dólares y si les va tan bien pues que paguen lo que deben
En pesos no, esa moneda no existe
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