El sábado 8 en el diario La Nación, aparece un artículo sobre el tema; "llamativo episodio en una encuenta" que con otras palabras ratifica lo escrito en esta página el 19/7 "La nueva democracia de opinión".
Tuve oportunidad de ver “el debate”, más bien penoso espectáculo de un candidato oficialista y sus dos mayores opositores.
La Dra. Carrió, política hábil, embistió contra su colega opositor y coqueteó con el oficialista contagiado por la epidemia de simpatía barata de todos los funcionarios, sabe que los números del Dr. Bielsa no pertenecen a la realidad sino que son patrimonio de los encuestadores, por lo que hábilmente concentró el ataque en su único competidor.
El Ing. Macri se jugó con su presencia una partida perdida casi de antemano, poca chance tiene la precisión de un ingeniero con la dialéctica de los abogados.
No faltó en el llamado debate el golpe bajo, la insinuación descalificante y sucia, tarea que parece estar ahora a cargo de las mujeres, quizás apelando a una caballerosidad que impide responderles como se merecen, para esto si se valen del género.
La gente huele, presiente más allá de las palabras y razones, en un par de semanas los números dirán la verdad que las encuestas mienten.
En una charla sobre los candidatos escuche a uno de mis hermanos la definición más coherente y acertada sobre las distintas opciones, sencilla y claramente dijo: “Por mi que se mueran todos”.
Hoy se multiplican las denuncias sobre clientelismo, regalos de electrodomésticos y muebles, que los humildes destinatarios tienen a la intemperie porque no les entran ni las camas en las casillas en que viven. Todos se llenan la boca con estas nuevas formas de fraude e insólitamente todos participan del acto electoral, para integrar un parlamento que seguirá haciendo la voluntad del mandamás .¿Ha desaparecido del léxico político la palabra abstención?.
Por la mera e hipotética posibilidad de ocupar una banca se convalida la estafa electoral, se le regala a los autócratas la posibilidad de limpiarse de su complejo de mini minoría, forma democrática de la usurpación e ilegitimidad.
Candidatos a senadores que se “comprometen” a medidas propias del ejecutivo. La cuestión pasa por tener propuestas. Aún cuando desde el cargo al que aspiran no tengan ni la más remota posibilidad de hacerlas efectivas.
Todos los que se postulan están hoy representados en la legislatura que no llegó a una docena de sesiones en el año y hay que decir, ¡por suerte!.
Acá se dirime una sola cosa, quien se queda con el aparato político-mafioso del peronismo de la provincia de Buenos Aires y se pelea por posicionarse para las elecciones generales del 2007. El oficialismo tiene una tercera preocupación, lavarse de su pecado original del 20% de legitimidad y esto lo va a conseguir, aunque sea para los medios, a través de toda la alquimia que le permite nuestra fraudulenta ley electoral.
Como se ve, nada de esto hace al bienestar del país o a la calidad de vida de los Argentinos.
Faltan dos semanas que van a ser bien movidas, acá vale todo, la indignidad y la estupidez no tienen límites.
¿Dios seguirá siendo Argentino?
Tuve oportunidad de ver “el debate”, más bien penoso espectáculo de un candidato oficialista y sus dos mayores opositores.
La Dra. Carrió, política hábil, embistió contra su colega opositor y coqueteó con el oficialista contagiado por la epidemia de simpatía barata de todos los funcionarios, sabe que los números del Dr. Bielsa no pertenecen a la realidad sino que son patrimonio de los encuestadores, por lo que hábilmente concentró el ataque en su único competidor.
El Ing. Macri se jugó con su presencia una partida perdida casi de antemano, poca chance tiene la precisión de un ingeniero con la dialéctica de los abogados.
No faltó en el llamado debate el golpe bajo, la insinuación descalificante y sucia, tarea que parece estar ahora a cargo de las mujeres, quizás apelando a una caballerosidad que impide responderles como se merecen, para esto si se valen del género.
La gente huele, presiente más allá de las palabras y razones, en un par de semanas los números dirán la verdad que las encuestas mienten.
En una charla sobre los candidatos escuche a uno de mis hermanos la definición más coherente y acertada sobre las distintas opciones, sencilla y claramente dijo: “Por mi que se mueran todos”.
Hoy se multiplican las denuncias sobre clientelismo, regalos de electrodomésticos y muebles, que los humildes destinatarios tienen a la intemperie porque no les entran ni las camas en las casillas en que viven. Todos se llenan la boca con estas nuevas formas de fraude e insólitamente todos participan del acto electoral, para integrar un parlamento que seguirá haciendo la voluntad del mandamás .¿Ha desaparecido del léxico político la palabra abstención?.
Por la mera e hipotética posibilidad de ocupar una banca se convalida la estafa electoral, se le regala a los autócratas la posibilidad de limpiarse de su complejo de mini minoría, forma democrática de la usurpación e ilegitimidad.
Candidatos a senadores que se “comprometen” a medidas propias del ejecutivo. La cuestión pasa por tener propuestas. Aún cuando desde el cargo al que aspiran no tengan ni la más remota posibilidad de hacerlas efectivas.
Todos los que se postulan están hoy representados en la legislatura que no llegó a una docena de sesiones en el año y hay que decir, ¡por suerte!.
Acá se dirime una sola cosa, quien se queda con el aparato político-mafioso del peronismo de la provincia de Buenos Aires y se pelea por posicionarse para las elecciones generales del 2007. El oficialismo tiene una tercera preocupación, lavarse de su pecado original del 20% de legitimidad y esto lo va a conseguir, aunque sea para los medios, a través de toda la alquimia que le permite nuestra fraudulenta ley electoral.
Como se ve, nada de esto hace al bienestar del país o a la calidad de vida de los Argentinos.
Faltan dos semanas que van a ser bien movidas, acá vale todo, la indignidad y la estupidez no tienen límites.
¿Dios seguirá siendo Argentino?
1 comentario:
BRAVO
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