El domingo pasado se celebró en el Brasil un referéndum que mereció poca o ninguna atención de la prensa. Se planteó al electorado si se debía prohibir la venta de armas y proyectiles, que a no dudarlo, se presentó como un “reclamo de la sociedad”. Es de suponer en razón de las escasas noticias, que el motivo fue adoptar una medida para controlar la inseguridad. Como se ha visto en Chile y Argentina, el progresismo socialista latinoamericano, anquilosado en el tiempo, tiene el mismo libreto y no sabe encontrar otro camino que las medidas facilistas “muerto el perro se acabó la rabia”, que en este caso sería: “si no se venden armas se terminan los delincuentes”
En otros países el enunciado fue “Si mueren conscriptos, hay que eliminar el servicio militar”
¿hay alguna diferencia con legalizar la droga para terminar con el narcotráfico?
No se ha llegado a desarmar a la policía para evitar las muertes por “gatillo fácil”. La lista es inacabable.
En cualquier momento se propondrá prohibir la circulación de vehículos para terminar con los accidentes de tránsito
Afortunadamente el pueblo brasilero tiene las cosas muy claras, dos de cada tres electores se opuso a la medida que en realidad pretendía impedir el derecho de legítima defensa que en Argentina se están empeñando en confundir con la acción de “justicieros y vengadores”.
Los delincuentes no adquieren el armamento en los negocios del ramo, en ellos solo se proveen los honestos e indefensos ciudadanos.
En Argentina se eliminó el servicio militar de la mano del “restaurador de la democracia”, en Chile Soledad Alvear, comilitona de la candidata Bachelet tuvo que recular cuando pretendió la misma jugarreta montándose en los muertos de un desgraciado accidente, en Brasil acabaron cazados en su misma trampa.
Es notable como en todas partes están cortados por la misma tijera, si el politburo no les traza la ruta y les escribe el guión, pierden el rumbo. Que eran incapaces de pensar por si mismos se sabía, pero que llegaba a tanto sorprende.
No me lo contaron, lo vi personalmente en ocasión del debate entre los candidatos a presidente de Chile, a idénticos problemas; las mismas infantiles respuestas, inconsistentes, pura demagogia barata.
Tan grosera es la democracia de opinión, que después de festejar el triunfo en las encuestas de Michelle Bachelet a continuación del “debate”, hoy descubren que la “ganadora” tendrá que ir a una segunda vuelta y será necesario que le den mucha cuerda, lo sostuve en el último Pregón, le falta envergadura para el cargo que pretende. En la vida y en la política a veces perdiendo se gana, la alternancia en el poder fortalece, la permanencia mata, es una regla que casi no ha tenido excepciones.
En otros países el enunciado fue “Si mueren conscriptos, hay que eliminar el servicio militar”
¿hay alguna diferencia con legalizar la droga para terminar con el narcotráfico?
No se ha llegado a desarmar a la policía para evitar las muertes por “gatillo fácil”. La lista es inacabable.
En cualquier momento se propondrá prohibir la circulación de vehículos para terminar con los accidentes de tránsito
Afortunadamente el pueblo brasilero tiene las cosas muy claras, dos de cada tres electores se opuso a la medida que en realidad pretendía impedir el derecho de legítima defensa que en Argentina se están empeñando en confundir con la acción de “justicieros y vengadores”.
Los delincuentes no adquieren el armamento en los negocios del ramo, en ellos solo se proveen los honestos e indefensos ciudadanos.
En Argentina se eliminó el servicio militar de la mano del “restaurador de la democracia”, en Chile Soledad Alvear, comilitona de la candidata Bachelet tuvo que recular cuando pretendió la misma jugarreta montándose en los muertos de un desgraciado accidente, en Brasil acabaron cazados en su misma trampa.
Es notable como en todas partes están cortados por la misma tijera, si el politburo no les traza la ruta y les escribe el guión, pierden el rumbo. Que eran incapaces de pensar por si mismos se sabía, pero que llegaba a tanto sorprende.
No me lo contaron, lo vi personalmente en ocasión del debate entre los candidatos a presidente de Chile, a idénticos problemas; las mismas infantiles respuestas, inconsistentes, pura demagogia barata.
Tan grosera es la democracia de opinión, que después de festejar el triunfo en las encuestas de Michelle Bachelet a continuación del “debate”, hoy descubren que la “ganadora” tendrá que ir a una segunda vuelta y será necesario que le den mucha cuerda, lo sostuve en el último Pregón, le falta envergadura para el cargo que pretende. En la vida y en la política a veces perdiendo se gana, la alternancia en el poder fortalece, la permanencia mata, es una regla que casi no ha tenido excepciones.
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