AP/LEFTERIS PITARAKIS, Fuente Le monde.fr Desde hace rato se lo ve venir, de a poco, nunca lo mencionamos por falta de información directa que eluda los filtros de las agencias de prensa y por tratarse de un zona muy sensible. Me refiero al conflicto interno en Israel, motivado por el desmantelamiento de los asentamientos en la franja de Gaza y Cisjordania.
La causa es la actitud intransigente en contra de la política de Sharón, motorizada por los judíos ortodoxos a los que la prensa internacional se gurda bien de definir como fundamentalistas, que es lo que son.
Su existencia no es nueva, los 2000 años de nuestra era resultan pocos para contabilizar su antigüedad y teniendo en cuenta la inconmensurable red de alianzas de Israel con el mundo, puede moverle el piso a más de uno.
Simultáneamente con la resistencia de los colonos y sin que nadie le pregunte nada, Hamas, grupo combatiente palestino, anuncia que el abandono por Israel de esos territorios no es motivo para deponer las armas (¿?). No soy un conocedor de la política interna de Israelíes y palestinos pero me suena como lo de “la gata flora si se la ponen grita si se la sacan llora” Que pretende Hamas, ¿la disolución de Israel?, podrán tener sus motivos, fundamentos y razones, pero no se puede pretender que llueva para arriba.
Todo lo que pase en este entorno es para seguirlo con atención. Estamos hablando nada menos que de la tierra de Dios, del nuestro, de Israel y de los Musulmanes. Obsérvese que para este mundo del relativismo moral, Judios, Católicos y Musulmanes son un carozo indigesto, y frontalmente o por elevación, todos los misiles apuntan al corazón y a la verdad fundamental de las tres religiones monoteístas, que además tienen un mismo origen.
Israel volverá a su tierra prometida, los caminos para que ello ocurra serán infinitos, pero no hay fuerza en el mundo que se pueda oponer. Los tiempos los maneja el Dueño del tiempo, no los ortodoxos, ni fundamentalistas, ni mucho menos sus enemigos, estos terminarán haciendo posible aquello a lo que se oponen.
En este año tan movido, es quizás el más trascendente de los hechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario