No pretendo ser un purista ni la excelencia, ni tanto ni tan poco.
No es sano pasar de la hambruna famélica a la saciedad del glotón.
Nos acercamos al año de mandato, para que quede claro un cuarto del que tiene, el tiempo se consume, no vuelve ni entiende de herencias o costos políticos.
No esta demás recordar que el ejecutivo es unipersonal, no prevé “primeras damas” ni fusibles que solo sirven una vez.
El Bastón y la Banda son atributos del mando, representan la República, solo ante ellos se rinden banderas y se saludan, el personaje que los lleva es un igual a todos con un fugaz mandato.
Poco serio decir blanco con la boca y negro con gestos y actitudes Menos serio o irresponsable es confundir adhesión con el temor a volver al desquicio pasado.
No me caben dudas que hay algo peor que gobernar sentado sobre bayonetas y es hacerlo sentado sobre el espanto.
Por favor dejemos la pavada del mandato cumplido, reyes eméritos, la imagen fabricada de hombre común de su casa y tanto populismo ordinario, esta visto que nadie discrimina y divide más que los igualitarios.
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