Llegara el día en que se de vuelta la tortilla y todo el régimen político con otros nombres siga siendo un rejuntado de ladrones, improvisados, demagogos ordinarios y trepadores populistas.
No hay un que no regale lo ajeno, no sea populista, progresista que reniegue de la imposición del orden, normas o reglas, como acciones propias de una dictadura.
¿Lo ignoran? de ninguna manera lo usan; es demagogia ordinaria en busca de votos
Su objetivo no son los electores que los conocen, buscan el aplauso y promoción de cientos de intelectuales idiotas útiles, analistas y periodistas que cobran por mantener viva la mentira histórica.
Ese día faltará una fuerza capaz de dar respuestas desde la tradición, los valores éticos y morales.
Y será tarde para organizarla, fuera de tiempo como sería hacerlo ahora.
Este es el tiempo de probar hombres y lavar errores.
Es penoso ver cuantos levantan banderas que se atribuyen a Roca o Alberdi, que fueron hombres de su tiempo con sus más y sus menos.
Estamos en el siglo XXI, dejemos de usar a los que fueron para que descansen en paz o es que tan poca cosa nos creemos que no tenemos respuestas; en verdad creo que es temor a renunciar a los fantasmas y fantasías que tenemos en la cabeza.
Partido radical, Socialistas, Liberales, demócratas progresistas, autonomistas o Demócratas Nacionales a todos les cae el sayo a medida y ya se sabe que quien lleva sayo va a la pira.
A todos nos gusta ser figurones o herederos, es tiempo de comenzar a ser Señores, los hijos de… sobran.
No me hago ilusiones, solo sumare enemigos y desconfiados, pero creo que debe ser dicho y eso hago.
Se que muchos, palabras más o menos lo piensan, una excelente razón para mostrar que existimos y seguiremos estando.
¿Quién puede decir, si perdemos o ganamos?
Mientras estemos en pie, manteniendo nuestros valores hay pelea y si la hay es porque nadie venció.
Hemos visto pasar muchos vencedores y salvadores a los que se tragó la historia y ni su olor ha quedado.
Nuestro fin es la victoria no disfrutar los honores del triunfo, dejemos eso para los delirantes constructores de sociedades eternas y perfectas.
Para ello también hay un tiempo, no hagamos lo de la zorra y las uvas.
Debo dejar en claro que no se propician movimientos ni partidos políticos, sería entrar de cabeza en el sistema perverso blindado para que solo puedan medrar los peores.
Va a un movimiento de opinión, sin jefes, patrones ni caudillos territoriales.
Coincidir en los principios, en las verdades y soluciones posibles
Si se da el tiempo hará el resto, si no se da no se perdió nada.
Esto no es un pacto de la Moncloa, ni políticas de estado a 20 años con las que deliran los muertos en vida, para mantenerse en el candelero.
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