¿Cuál puede ser el tema de hoy, estando profundamente asqueado de lo que se ve y escucha? Sin arruinarle el fin semana a los amigos lectores.
Pues la experiencia dice que el asco y la náusea se corrigen modificando olores y sabores y como el que guarda siempre tiene buscando en los archivos hallé la solución.
Hoy hace frío, hay niebla y llovizna, puertas afuera una mala leche que asusta.
Si no lo podemos arreglar tampoco tenemos que padecerlo en silencio con cara de culo trasmitiendo a quienes comparten su vida con la nuestra una desgracia más
Sin dudas es el momento para desenchufarse del mundo y pasarla muy bien.
Apague radios y telediarios, teléfonos fijos, blackberry, celulares y otros cacharros semejantes invasores de la privacidad.
Solo unos amigos de fierro, no es comida para grandes familias ni para multitudes y a pasarla bien, el lunes ya traerá su cruz.
Sin dudas es el momento para desenchufarse del mundo y pasarla muy bien.
Apague radios y telediarios, teléfonos fijos, blackberry, celulares y otros cacharros semejantes invasores de la privacidad.
Solo unos amigos de fierro, no es comida para grandes familias ni para multitudes y a pasarla bien, el lunes ya traerá su cruz.
TARTIFLETTE
El plato es una joya que requiere sumo respeto en tiempos de cocción, intensidad del fuego y paciencia, Ansiosos que huelen, pinchan, revuelven y toquetean afuera. Como todo plato de excelencia no espera al invitado, el que no está no come.
Su base es el queso Reblochon; leche de vacas reordeñadas, la primera por la mañana era del patrón, señor o pagaba impuestos un segundo ordeñe por la tarde de contrabando quedaba en casa.
En Saboya, Inglaterra o Argentina hecha la ley hecha la trampa, la picardía es el secreto ancestral de los pueblos para sobrevivir al saqueo de los legisladores.
El queso es originario de la Provence y Saboya que posiblemente no se consiga en el país, en Madrid lo tienen excelente Ver puede reemplazarse por un Camembert, Pont l’Eveque o Brie, en ese orden aunque sean de Normandía, en su punto de maduración, que en argentina es la fecha de vencimiento o ya pasada esta.
Las papas se cortan a la española, en rodajas un poco más gruesas que para tortilla. (Usar papas chicas)
El secreto está en las papas, lo he visto hacer en los Alpes de Saboya en medio de la nada; si es que nada se les puede llamar a picos eternamente nevados, precipicios al infierno y verdes valles que parecen injertados en una geografía ajena.
Saltearlas a fuego fuerte con especies en manteca el punto que se doren bien por fuera, sin pasarse por dentro, nunca revolver ni mezclar, una capa de papas por vez sin amontonar, si es necesario se repite no hay otra cosa que hacer, deben quedar rodajas enteras de papas y no puré. En un sartén previamente se saltearon a fuego lento las cebollas, panceta ahumada y especias, agregar vino blanco seco Se sacan de los sartén y colocan formando capas en una olla, si es de barro mejor, que se pueda tapar, en la que se coloco previamente el liquido de los sartenes y el vino reducido: comenzando por una capa cebollas y panceta salteada, una de papas y una tercera de tiras de queso y así sucesivamente; la última capa es de queso algo más grueso, se tapa y a fuego muy lento. No se vuelve a tocar, mezclar ni mirar para no tentarse; el punto final es cuando el queso burbujea y se derrite; apagar y dejar que repose y se integren los sabores; servir sin romper, para ello dejar destapado un tiempo hasta que el queso derretido tome algo de consistencia.
Todo debe estar en generosas cantidades. Cuando se trata de excelencias la miserabilidad se nota dos veces.
Bocatto di cardenale.
El vino es problema de gusto y paladar personal son quesos fuertes, no puede faltar pan crujiente, galleta o pan de campo.
Siempre debe estar prevista una segunda vuelta, hay gente mañosa que huele y mira con desconfianza hasta que prueba, para arruinarle a los otros esa segunda vuelta que esperan.
Garantizo que después de esta comida se puede volver de noche a casa caminando por los Alpes acompañado solo por un bastón y un San Bernardo con un barrilito de algún agua de vida escocesa bien estacionada en barricas de roble.
Como puede comprobar somos internacionales, para nada racistas ni discriminadores.
Cuando se vaya a la cama no olvide que no hay mejor calor que el humano y tanta energía no es para desperdiciar en sueños de fantasías
El queso es originario de la Provence y Saboya que posiblemente no se consiga en el país, en Madrid lo tienen excelente Ver puede reemplazarse por un Camembert, Pont l’Eveque o Brie, en ese orden aunque sean de Normandía, en su punto de maduración, que en argentina es la fecha de vencimiento o ya pasada esta.
Las papas se cortan a la española, en rodajas un poco más gruesas que para tortilla. (Usar papas chicas)
El secreto está en las papas, lo he visto hacer en los Alpes de Saboya en medio de la nada; si es que nada se les puede llamar a picos eternamente nevados, precipicios al infierno y verdes valles que parecen injertados en una geografía ajena.
Saltearlas a fuego fuerte con especies en manteca el punto que se doren bien por fuera, sin pasarse por dentro, nunca revolver ni mezclar, una capa de papas por vez sin amontonar, si es necesario se repite no hay otra cosa que hacer, deben quedar rodajas enteras de papas y no puré. En un sartén previamente se saltearon a fuego lento las cebollas, panceta ahumada y especias, agregar vino blanco seco Se sacan de los sartén y colocan formando capas en una olla, si es de barro mejor, que se pueda tapar, en la que se coloco previamente el liquido de los sartenes y el vino reducido: comenzando por una capa cebollas y panceta salteada, una de papas y una tercera de tiras de queso y así sucesivamente; la última capa es de queso algo más grueso, se tapa y a fuego muy lento. No se vuelve a tocar, mezclar ni mirar para no tentarse; el punto final es cuando el queso burbujea y se derrite; apagar y dejar que repose y se integren los sabores; servir sin romper, para ello dejar destapado un tiempo hasta que el queso derretido tome algo de consistencia.
Todo debe estar en generosas cantidades. Cuando se trata de excelencias la miserabilidad se nota dos veces.
Bocatto di cardenale.
El vino es problema de gusto y paladar personal son quesos fuertes, no puede faltar pan crujiente, galleta o pan de campo.
Siempre debe estar prevista una segunda vuelta, hay gente mañosa que huele y mira con desconfianza hasta que prueba, para arruinarle a los otros esa segunda vuelta que esperan.
Garantizo que después de esta comida se puede volver de noche a casa caminando por los Alpes acompañado solo por un bastón y un San Bernardo con un barrilito de algún agua de vida escocesa bien estacionada en barricas de roble.
Como puede comprobar somos internacionales, para nada racistas ni discriminadores.
Cuando se vaya a la cama no olvide que no hay mejor calor que el humano y tanta energía no es para desperdiciar en sueños de fantasías
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