CEPO A LA VERDAD

El cúmulo de errores, olvidos e ignorancias o dicho sin eufemismos: el cepo a la verdad, está en la raíz de la avalancha de situaciones inmanejables que hoy crispan y mañana mataran, porque todo lo que no se trata y se cura se agrava.

 Los abogados que piden un embargo se cuidan muy bien de verificar que el bien sea embargable, a esos niveles no se cometen errores infantiles ni se improvisa.

 Dicen los que saben que la Fragata Libertad estaba internacionalmente catalogada como buque escuela y no como buque de guerra, por más que se aclarase su pertenencia a la Marina de Guerra Argentina, todos los bienes de la Armada lo son del Estado Argentino, vale tanto para un tren, un avión o un gomón y no por ello los hace navíos de guerra inembargables.
 Como este episodio es un enchastre de mentiras y falsas declaraciones para esconder la irresponsabilidad de funcionarios, solo lo cito, el resultado final dirá que hay de cierto y que de fantasía, personalmente no dudo en que todo puede ser posible incluso cosas mucho peores que no han trascendido.

 En la misma línea está la disputa con los bonistas en Nueva York y la ley de medios de difusión que hoy una pléyade de idiotas festejan fallos de cortes y cámaras que imprevistamente coinciden con el relato oficial, sin que se haya cambiado un ápice en el fondo de la cuestión; por el contrario han dejado en evidencia que el cepo a la verdad es cada vez más rígido.

Unicamente han descubierto que hay buitres extranjeros y locales, como los jubilados que le hacen juicio al ANSES ante las descaradas risas y aplausos de dos delincuentes de la talla de Bossio y Boudou.

 El cepo cambiario solo es para los perejiles de infantería, los caballeros oficiales eluden todos los controles.