Uno más de todos los que hemos visto del 55 a la fecha. A esto le llaman la resistencia peronista, que se apoya en una sencilla ecuación: la prepotencia de los que esgrimen el derecho de huelga contra los que no pueden hacer valer el derecho a trabajar.
No existen huelgas ni paros generales sin la mafia en acción, piquetes y matones forzando lo que naturalmente no es.
Porque el paro general es solo eso, cortes de accesos y rutas, imposibilidad de circular.
Lo novedoso es que no se reclama contra empresarios explotadores sino contra el gobierno al que ellos sostienen desde hace diez años para que desbastara a la nación y de pronto caen en la cuenta que les rebanaron una tajada a ellos también.
No pueden despegarse de la soberbia de creer que los trabajadores sindicalizados son una clase con fueros especiales que están por encima del país, porque todos trabajamos con la cabeza con las manos o los pies.
¿Que debiéramos hacer los que estamos hartos de la prepotencia de unos y otros?
Nos van quedando pocas alternativas, ¿quizás otra marcha con bayoneta calada?
-No se me apure compañero, manténgala engrasada y con el filo asentado, nunca se sabe como pintará la cosa.
Hay que reconocerles un interesado acto de humildad, no incluyeron movilización para no poner en evidencia que solo juntan cuatro gatos arreándolos.
Falta saber cuantos les han quedado a los del 54%
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