Más allá de lecturas e interpretaciones supero numéricamente todo lo esperado por el gobierno, sus críticos, los manifestantes y organizadores, de quienes pusieron un tremendo esfuerzo personal para asegurar su éxito y prevenir disturbios e infiltraciones.
Me han sorprendido la discordancia entre las fotos y filmaciones privadas y las que muestran los medios Unas mostrando el ingenio y auténtico mensaje popular, hechas en casa y otras prolijamente impresas en serie con mensajes que hacen ruido: más democracia, respetar la constitución y el consejo de la magistratura, nadie en su sano juicio se moviliza y camina kilómetros por estos argumentos, quien está auténticamente harto, dolido o indignado para hacerlo no salta y baila en la calle como si fuese parte de una comparsa ordinaria.
En medio de las tinieblas que nos envuelven solo un demente se deja guiar por anónimos voluntariosos hacia no sabe dónde.
Le dicen a la presidente que no se vaya pero que cambie, no parece un mensaje adecuado para los violadores seriales, contra el que insólitamente protestan diariamente. Si no violasen por hábito instituciones y derechos no pueden sostenerse.
Que las redes sociales se hayan impuesto en política solo es un hecho real, de allí a que sea bueno hay un abismo.
Hay dos modos de dominar, mediante el miedo o el terror que destruye la vida o mediante la colonización que domina el pensamiento libre e independiente porque es lo moderno, lo que todos hacen. No se precisa leer ni pensar solo hacer.
Quizás por ello la gran mayoría eligió un sitio para manifestar sin moverse de el.
Parece haber miles de drogadictos dependientes a las redes y twitear solo porque tienen miles de seguidores que son tan don nadie como ellos; para presumir que tienen la última data.
No piensan, no entienden, no saben, son manadas detrás de una madrina, un macho o hembra alfa a un tris de iniciar una estampida que los aniquile en beneficio de los cazadores.
Me duele y le dolerá a muchos, pero a fuerza de querer esterilizar el mensaje y hacerlo democrático y políticamente correcto se lo cocinó sin sal, sin sabor, muy bonito y muy bien decorado en la fuente en la boca puré de plástico
Convocar a defenderse con revólveres de cebitas y escopetas de corchitos, no parece serio. Estafar a la confianza y opinión pública es más de lo mismo que todos hacen.
Desde que el hombre está en la tierra jamás los tiranos fueron corridos o asustados por cacerolas, marchas o papeletas electorales, solo se van con los pies por delante; entiendo que no tiene objeto sacarlos si no hay reemplazo. También entiendo que gobierno y oposición se encargaran que no aparezcan hombres lucidos y honestos, como han adoptado un mensaje único: hay que unirse
¿Acaso juntar cinco inútiles hipócritas los convierte en capaces?
Llegará el tiempo que no es decisión de anónimos que están en su negocio.
No baje los brazos será mañana o pesado, en tanto molestar e incordiar para provocarlos, que se enfrenten entre ellos y resuelvan burradas vale.
Esta todo dicho: sigue el desprecio, la soberbia, las mentiras, las muertes y el robo Dicen que el que avisa no traiciona. Hacerse cargo entonces, ya no se justifica ni una linea más sobre la materia
¿Será fuego del cielo, diluvio o temblara la tierra?
No seamos presuntuosos, no somos tan importantes como para que sean necesarios tales cataclismos para limpiar y purgar esta tierra bendita.
He aprendido que la economía de la creación es una muestra de su perfección, quizás solo sea un ratón como el del parto de los montes. Parturient montes, nascetur ridiculus mus
3 comentarios:
MUCHOS COMPARTIMOS y también algunos entendemos las acertadas explicaciones del Dr. Leopoldo.
En cuanto al desenlace, probablemte podrá resultar como supone.
SE NECESITA: ¡MINÚSCULO RATON! ya que ratas sobran y leones hace tiempo están extinguidos en la política.
Adhiero al sincero y lucido artículo, solo agrego que hubo miedo, miedo a expresar todo lo que siente y piensa
Muy cierto anónimo lector , hay miedo y lo realmente grave es que no es miedo al poder o a sus SS es miedo a los bocones mediáticos que hacen gargaras de democracia, constitución, república e instuciones para tener socialmente buen aliento.
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