Chapeau a los chilenos sin personalizar en nadie.
Terremotos e incendios con todo controlado sin complejos de
subordinar civiles a un comando militar que es un principio elemental en
cualquier grave emergencia.
Un territorio, una cabeza que coordina y manda sin
interferencias.
Hemos tenido y tendremoa cientos de diferencias y conflictos con los chilenos, algo natural entre vecinos y parientes, pero negar la evidencia es propio de necios.
Hemos tenido y tendremoa cientos de diferencias y conflictos con los chilenos, algo natural entre vecinos y parientes, pero negar la evidencia es propio de necios.
No se vieron chalecos de partidos ni sindicatos.
De ocurrir en argentina, Dios no lo permita, habría miles de
muertos, abandonados a su suerte y un país paralizado si fuera posible pararlo
un poco más por años; mientras pelean si la ayuda debe tener el sello de
Scioli, de la Campora,
o de los Kirchner.
Es mezcla de admiración y sana envidia por el pueblo
chileno, que ha varios días no ha recibido una frazada o un avión para luchar
contra el fuego de argentina.
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