noviembre 05, 2013

LA MAFIA ES UNA FAMILIA



LA MAFIA ES UNA FAMILIA

 No es una simple frase hecha del padrino es una realidad desde sus orígenes. Si toca a uno los toca a todos, un antiquísimo código que  violar u  olvidar se paga con toda la sangre propia. La antigua ley de la Omertá es la que preside todo el andamiaje de impunidad, que les permite sobrevivir y extenderse.


En la imagen los tiene a todos: el responsable intelectual de miles de asesinados con la complicidad de su garantismo y abolición penal, El ladrón de Rafaela y Castellanos cuyo libro presenta el terrorista Anguita, la desaparecida estafadora, los mercenarios de Menem y Duhalde, la jueza que se asusta de gendarmes armados y recibe ordenes por celular, un  Juez vencido al que engañan todos pero no duda en permanecer en tan agradable compañía.



   

A todos

Dios los crea y ellos se juntan.- No se equivocaba la gorda Carrió cuando cuestionó la designación de Lorenzetti en el 2003 y supongo que en la presentación del libro no habrá faltado Invernizzi, el dragoneante colimba que traicionó a sus compañeros y asesinaron a su jefe.-

Abrazo.-



Willy.-





”Lorenzetti fue en la UNL activista de la JP y Montonero
Goza de muy mal prestigio entre los abogados de Rafaela y Santa Fe

Anguita fue miembro del ERP-PRT

               El libro de Lorenzetti y una “burla al dolor”

Anguita presenta el libro del farsante LORENZETTI, hay que conocer a la gente.





El libro de Lorenzetti y una “burla al dolor”




        Perplejo, he leído que el presidente de la Corte Suprema de Justicia eligió a Eduardo Anguita para que presentara su libro “Derechos humanos, justicia y reparación”.
        El gesto del doctor Ricardo Lorenzetti, de singular significado, no parece evidenciar “el respeto y la tolerancia” que se autoadjudica el magistrado, ni es prueba de “la igualdad ante la ley para todos” que predica; más bien se asemeja a una burla al dolor de las víctimas del terrorismo guerrillero, se aleja de la prudencia e imparcialidad con que deben conducirse los jueces, y anticipa que para algunos de ellos hay una sola clase de derechos humanos.
        Como miembro de la organización terrorista ERP, que secuestrara y asesinara a mi padre, Anguita integró el grupo guerrillero que copó, el 6 de septiembre de l973, el Comando de Sanidad del Ejército, asesinó al teniente coronel Juan Duarte Hardoy e hirió a un oficial y a un conscripto, en el marco del ataque sistemático a la población civil que, en pleno gobierno constitucional, realizó el terrorismo guerrillero para imponer un régimen marxista. 
        Confío que otros jueces tendrán el coraje para desoír la convocatoria del doctor Lorenzetti a imitar su cuestionable proceder, y alguna vez juzgarán a los guerrilleros que entonces torturaron, secuestraron y asesinaron a miles de personas, y a quienes hoy presuntamente malversan los caudales públicos indemnizando a los deudos de los guerrilleros muertos durante el ataque a cuarteles, en plena democracia. 
        Y espero, también, que cuando la causa por el asesinato de mi padre llegue a la Corte, el doctor Ricardo Lorenzetti tenga el decoro de excusarse, porque evidentemente con su gesto ha prejuzgado



















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