RIASE CON LOS URUGUAYOS

Va a haber lío, no tengo dudas, si en Brasil y aquí en Río, afirmación de SS Francisco, que fue más allá del lío en las diócesis que reclamaba. Por si no bastase, en distintas ocasiones el mensaje fue ¡Cambiar ahora mismo, si o si! Pareciera que terminó el tiempo de abusar y comienza el de rendir cuentas en Asia, Africa, América, Europa y el Vaticano incluido. La primera línea del texto es sobradamente clara y casi insólita en boca de un Papa o Jefe de un Estado como para dejarla pasar. La realidad que comienza a mostrarse la certifica. A partir de ahí rece si sabe y si no aprenda, cada uno sabe el estado de sus propias cuentas. Algunos se refugian tras leyes y sentencias que es como esconderse detrás del viento, con la misma facilidad que se escriben se borran. Criticar o denunciar a esta o aquel ¿para que? No les entra bala ni les interesa; no se van a privar de algo mayor cuando han transgredido y violado con sin igual descaro e impunidad todos los limites, tienen asegurada la permanencia y si fallara, el reemplazante será el peor de sus mercenarios que ya cobra por ello. Lo hecho hecho está, la sabiduría de la calle sabe que se podrá reordenar el país pero no se recuperará un cobre de todo lo que robaron por otra parte no hay sanciones suficientes en los códigos de justicia humana, cuando toda la política está sucia y corrompida. Salir de círculos cerrados, de las burbujas de microclimas. Endogamia se denomina la condición necesaria para la proliferación de tarados. Esto es tan así que le ocurre a la dictadura y a quienes dicen resistirla. Con sus palabras y acciones aceleran su propia condena, dejarlos solos es la consigna, son su peor enemigo, no lo pueden eludir, lo llevan siempre dentro. Tiene su plus, nadie podrá reclamar el triunfo, por primera vez una victoria sin salvadores providenciales. Si duda, solo espere para ver la novedad: un tsunami en plena tierra. En tanto los uruguayos se ríen, acá un salón lleno de funcionarios, ministros, gobernadores y legisladores cultísimos la aplauden a rabiar