Desde hace meses insisto en la cuestión que es mucho más grave que la versión sin azúcar ni colesterol del multimedio
No se trata de simples dealers ni perejiles distribuidores sino de la gran política y sus encumbrados dirigentes que con propósitos electorales organizan mega recitales gratuitos en los Hipódromos, de Palermo y San Isidro. Costanera sur, ciudad Rock o las playas del verano con música electrónica, asegurando la salida del mega contrabando de efedrina y precursores que produce miles de drogas de diseño.
Desde los despachos oficiales se garantízale ingreso de la materia prima, otra pata produce, una tercera asegura la clientela que consuma, otra distribuye en fin donde hay tantos responsables aislados al mejor estilo de células terroristas nadie es culpable.
¿Complicidad o asociación criminal ilícita?
Dónde menos se lo piense saltara la liebre que nadie quiere buscar ni destapar; productores, TV, pudieron silenciar los involucrados en los Narcos Vip, pero hoy la guerra es públicamente de todos contra todos porque no hay trabajo ni presupuestos.
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