PALABRAS SABIAS

El Papa defiende a los ateos con su estilo de predicación “simple, profunda y eficaz que hace brecha en tantos fieles y también en quien no cree”, según afirma un vaticanista italiano admirado con Francisco. Ayer Jorge Bergoglio, en su homilia cotidiana de la misa en la Casa de Santa Marta en el Vaticano, donde se aloja, recordó: “No sólo los creyentes se salvan”.

El pontífice argentino enfatiza continuamente que “hacer el bien es un principio que une a toda la humanidad”. Y en ese marco se ubica su alusión a los ateos y su llamado a erradicar la intolerancia.leer todo http://www.clarin.com/mundo/Papa-defiende-ateos-erradicar-intolerancia_0_925707594.html


Impensadamente toda la prensa las repite, creyendo que activa una bomba dentro de la Iglesia.

Cuando el Papa habla sobre Fe, doctrina o moral es infalible, que lo haga en una homilía o en una encíclica poco importa, vale el contenido no la caja.

Fue doctrina permanente de la Iglesia, a nadie se le pedirán cuentas por lo que no recibió.

Asunto antiguo que nos lleva a la peor herejía nunca reconocida: el fariseísmo que solo afecta a los ortodoxos y talibanes de la fe católica.

Desde un principio y hasta San Pablo solo se llevaba el mensaje a los judíos, entrar en otra casa los contaminaba, era impuro.

Judaizantes los llamó Pablo que debió emprender una fuerte campaña para que no se obligase a los nuevos creyentes a circuncidarse y abstenerse de alimentos impuros, cuando no era impuro lapidar adúlteras o convertir los templos en cuevas de cambistas y mercaderes.

Para entendernos es bueno no meter todos los gatos en la misma bolsa y mirarlos de día, de noche todos son pardos; existe el ateo porque no recibió la palabra de la verdad, lo es por ignorancia o por el pésimo ejemplo que recibió de los que se dicen creyentes y el ateo mala leche que se empeña soberbiamente en serlo contra toda lógica y razón.

El ateo que acepta que otros crean en lo que el no ve y el que pretender erradicar a Dios creando substitutos desde el becerro de oro a la moderna democracia.

La noción del bien y el mal todos la tienen. Hacer una cosa o la otra hace la diferencia.

Nada nuevo ni distinto lo de siempre, aunque admitamos que hace ruido, porque ordenar y limpiar la casa nunca es trabajo silencioso.