septiembre 08, 2012

PARIO LA ABUELA


PARIO LA ABUELA

Hace días lo comentamos* y llegó, rompió bolsa o el cielo llora, me inclino por esto último porque va a doler; viendo como no les alcanza con amenazar sino que han comenzado a escupir al cielo: Hay que temer a Dios y a mi un poco –Aplausos cerrados de la basura-
En tanto permanecen en sus cargos los que le dictaron que la isla Demarchi era un terreno vacío para hacer un polo audiovisual y filmar la propaganda del régimen con tarados entusiastas aplaudiendo, Claudio Villaruel y Antonio Gasalla en primer lugar, dos ignorantes que sin estar inmunizados absorbieron todo el nefasto fluido de la señora y comenzaron a patinar feo en sus cosas.
Su prodigiosa memoria olvido que había estado dos veces en la isla inaugurando lo que nunca hizo.
Que desalojando la isla vacía no entras más buques al puerto, una cuestión secundaria si se piensa en el negociado con extranjeros por el dragado del canal de la isla de Martín García, no dan puntada sin hilo.
Algunos se asustan por el nivel de provocación: Hay que fundirlo a Techint y Paolo Rocca dijo el muñeco, pero no lo vamos hacer, es lógico si el petróleo es un problema de soberanía ¿`por que no habría de serlo el acero? Solo es cuestión de revisarle las cuentas y se nacionaliza sin pagar nada
Hoy el miedo y el terror son las armas, comenzaron con anuncios y jarabe de pico, si no resulta pasaran a la acción concreta
Ya tienen en carpeta el vencimiento de todos los pasaportes existentes.
Que no se puede estar con Dios y con el diablo es algo muy sabido no es cierto Mendiguren, Paolo Rocca, Juan Pedro Blaquier, Cristiano Rattazzi, el multimedio Clarín y tantos otros especialistas en tener un huevo en cada canasta.
Sirve un tiempo para sumar en la propia cuenta, pero a la hora del balance final +1-1 siempre es cero
Alguna vez le hable de mis charlas con Atila, en este momento resuenan en mis oídos palabras de su última visita:
- Es cierto, estoy aquí porque tengo trabajo que hacer, quiero empezar y terminar de una buena vez, lo mío no son prolongados sitios y campañas, la rapidez es nuestro secreto, llegar, resolver, salir y a otra cosa.


Ya hemos hablado del poder, que es el asunto que lo desquicia, todo el poder es del Altísimo, un día se lo da a este o aquel por un tiempo y para un fin determinado, algunos lo usan para si y luego se niegan a bajarse de un caballo prestado.
Plutarco lo sabía a fuerza de verlo y comprobarlo en el primer siglo de nuestra era y le dio forma de sentencia, pero quien lee a Plutarco hoy habiendo tantos garúes más ilustrados y con buena prensa:
No cabe duda, en efecto, que la Divinidad utiliza ciertos hombres con el fin de castigar la maldad de otros y hace de ellos en cierto modo unos carniceros, antes de aniquilarlos. Plutarco


Allí me envían a mí y los ubico en su sitio. Es lo que siempre hice en vida, no soy mejor ni peor que otro, soy un especialista, se todo sobre esto y nada de muchas cosas, en un momento de la historia estaba en mis asuntos, conseguir tierras para mi pueblo que coincidió con el plan de la historia, solo estaba en el lugar y momento adecuado. Supongo que debo haber hecho bien el trabajo y me gané el conchabo. Ahora lo escucho por si quedó algo en el tintero.


-Mmmm. Es difícil hablar con quien pasó por todo y ya lo sabe. Entiendo que hay un tiempo para cada cosa, pero esperar ¿hasta cuando?


-¿Piensa ser inmortal y cansarse de esperar?


-Me preocupa ver que se demuele todo y no quedará nada, no lo digo por mi, pienso en mi gente y en los miles con los que convivo en esta tribu argentina.


-Los hubo peores y nadie recuerda que hayan existido, se me ha vuelto un cajetilla moderno, les hacen pupa y lloran. ¿o están creyendo que es una injusticia lo que les ocurre. Se lo buscaron con método y paciencia.


Salvador hay solo uno y ya vino. Se lo digo porque lo conozco es mi Señor y trabajo para el.

- Déme algo concreto Atila.

-Pida bien y llame las cosas por su nombre, lo que necesita es Fé; se lo había anticipado, cuídese de usted mismo, el peor enemigo nunca es el que está enfrente, siempre lo llevamos adentro o está al lado. Tengo una misión que cumplir aquí y ahora en su argentina, en mi trabajo no puedo tener amigos ni hacer excepciones. Cuando escuche restallar el azote no mire contra quien va o porque; acepte que es así y punto; ubíquese donde debe de estar antes que lo alcance y lo deje hecho jirones.

Caerán muchos inocentes como ustedes dicen, acá ingenuos no hay ninguno salvo los lactantes. Sea porque hacen. Dejan hacer o debieran haber hecho.


Si le sobran energías y quiere quemarlas límpiese las manchas o ahórrese la calentura por hacer, ya está todo hecho, hay un tiempo en que las potencias se apagan y las puede necesitar.


A buen entendedor pocas palabras bastan, Leopoldo, omito el Emilio, me suena a romano y me broto.

No se si volveré, mientras vea ocurrir cosas que no se explican, gente que tropieza y cae sin que nadie los toque, gigantes que se desintegran es porque estoy por aquí; por las dudas tenga una reserva de estos manjares. Adivino que la próxima vez tendrá una bolsa de preguntas.


-Hasta siempre Atila.

- Hasta siempre amigo, no pierda el camino y no olvide que cuando lo llamen lo espero si lo autorizan, para galopar en los cielos infinitos. Esta visto que nunca aprenden, una vez que termine con todas las sabandijas ya estará naciendo la próxima camada. Hasta que se termine el tiempo es seguro que habrá trabajo para hacer.

*
La noche cerrada siempre clarea al alba





No hay comentarios: