
No hay que ser demasiado malo, por eso entiendo y les concedo que alegría y distensión debieron ser producto de poder sentarse juntos teniendo un solo resultado y que la elección no haya terminado a los balazos según el tradicional ceremonial peronista.
El riesgo era grande y para exponerse hay que tener cojones bien puestos, es un deber recocerlo, son muy audaces.
El silencio es salud y no se lo debe quebrar con apresuradas opiniones, dejemos que solos demuestren que siguen cantando y creyendo en la marchita y que quienes van a competir con ellos son iguales o peores.
Al día siguiente toda la prensa sin excepciones habló de un ganador por escaso margen, siendo que fue un empate absoluto, 28 delegados para cada uno. Bien claro, sin lugar a interpretaciones: veintiocho punto cero por acá y por allá.
Ellos solos lo amasaron lo cocinaron y ahora se lo tienen que comer sin chistar. No valen excusas acerca de si todos los votantes eran propia tropa o les infiltraron un malón para hacer barro, fueron sus propias condiciones.El riesgo que fuesen pocos a votar y hacer un papelón mayúsculo era grande.
A los otros partidos que se dicen opositores se les atragantó el carozo que emitían las pantallas. Ahora habrá que ganarles a dos peronistas habrán pensado, los del gobierno y los federales, a toda máquina unos comenzaron a forzar alianzas y otros salieron a la caza de alguna pata peronista huérfana.
Con un poco de suerte, una pizca nada más, este año desaparecen juntos los peludos socialistas boina blanca y los productores de pobres, trepadores y resentidos.
El silencio oficial dice más que el ladrido de una jauría, ya lo vamos a ver y escuchar cuando terminen de descongelar a la peluda escondida en su cueva del Calafate, para que la negra realidad argentina no la incomode.
Esta no es mi guerra que se maten entre ellos y no quede ninguno.
El próximo domingo la elección será en casa, la podré orejear en vivo y en directo, desde ya presumo que no dará para otra risueña conferencia de prensa.
No puedo pensar que después de casi 70 años de arrasar con todo y provocar necesarios hechos políticos que tampoco fueron solución, llegó un hada madrina y con su varita convirtió a los sapos en príncipes valientes.
Solo 12 hs. después:
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